Gulliver vive en Valencia

Construido en materiales blandos y formas redondas, los peques pueden jugar sin ningún peligro. Y es que son nada menos que setenta metros de Gulliver que, si se tiene a mano el libro de Jonathan Swift y se echa un vistazo a los capítulos, se comprobará corresponden al momento en el que Gulliver llega a Lilluput y, atado de pies y manos, los habitantes del país caminan sobre él. Rampas, toboganes, escaleras… no falta de nada para que los más peques se lo pasen pipa y con seguridad, cual pequeños liliputienses. De entrada libre y abierto todos los días de 10.00 a 20.00 h –en verano hasta las 21.30-, el parque viene que ni pintado para que los peques se desfoguen tras salir del museo.