Trujillo

Trujillo es historia, Trujillo es gastronomía, Trujillo es arquitectura... Trujillo es una localidad polisémica que se ha ganado un hueco en las agendas de los viajeros que pasan por Extremadura gracias a todo lo que tiene que ofrecer. Esta localidad de menos de 100.000 habitantes pertenece a la provincia de Cáceres, ciudad que se localiza a escasos 46 kilómetros y a la que se une por la Autovía A-58. De sus calles salieron personajes ilustres de la Historia de España como Francisco Pizarro, conquistador del Perú, o Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas.

La localidad ocupa un enclave curioso, sobre un batolito granítico que hace que la configuración urbanística ya de por sí sea curiosa. En su casco, los siglos de historia se dejan ver en sus monumentos, destacando el Castillo, la iglesia de Santa María la Mayor y los palacios de la Plaza Mayor, en la que en su centro se alza una escultura ecuestre dedicada a Francisco Pizarro como homenaje a su ciudadano más universal. El Castillo se levanta sobre una antigua fortaleza árabe en lo alto del Cerro Cabeza de Zorro, ofreciendo una panorámica de la ciudad y de los alrededores de Trujillo, así que merece la pena la visita no sólo por la propia configuración del castillo, sino por las vistas que regala desde lo alto. Por su parte no hay que dejar de ver la iglesia de Santa María la Mayor, cuyo interior sorprende por sus bóvedas y detalles. Entre los palacios destacan algunos como el palacio de la Conquista, el palacio de San Carlos, el palacio de Juan Pizarro y el palacio de la Cadena.

A ellos hay que sumar una larga lista de cosas que ver en Trujillo. Para entrar a su casco hay que atravesar una serie de puertas que dan acceso a una zona con mucho encanto. Así, no dejéis de visitar el Museo de la Coria, que muestra la relación entre Extremadura y América Latina; la Torre del Alfiler, que se puede visitar ya que alberga un museo de historia de Trujillo; o la iglesia de San Martín de Tours, en una esquina de la Plaza Mayor. Además, si se busca otro tipo de turismo, hay que saber que Trujillo promueve el turismo ornitológico, puesto que su situación geográfica lo convierten en un destino perfecto para la observación de aves.

Otro punto fuerte de Trujillo es su gastronomía en la que los productos derivados del cerdo y los quesos toman especial protagonismo. De hecho a lo largo del año se celebran diversas ferias alimentarias como la Feria Nacional del Queso o el Salón de la Carne de Calidad. Para probar sus productos hay que hacer uso de los restaurantes y bares de la zona, cuya cocina tradicional encandilará a los comensales con recetas de la tierra.

Para alojarse la ciudad cuenta con una red de establecimientos que incluyen un Parador Nacional, localizado en el antiguo convento de Santa Clara, del siglo XVI. Igualmente existen varios hoteles de categoría que ocupan palacios y otros monumentos históricos. Si se busca otro tipo de alojamiento existen hoteles modernos, hostales y casas rurales, con opciones para todos los bolsillos.