Souto da Retorta
Souto da Retorta o también llamado eucaliptal de Chavín. Lo que menos importa es la denominación que se elija. Lo verdaderamente importante es que este bello rincón de la naturaleza gallega, situado en la comarca de La Mariña, en el noroeste de la provincia de Lugo, es el solar en el que crece el que está considerado el árbol más alto de toda España.
Se trata de un eucalipto plantado en 1860 y que ha alcanzado las siguientes dimensiones: 67 metros de altura, 10,5 metros de perímetro en la base y un volumen de 75,2 metros cúbicos. Con lógica es llamado O Avó (o lo que es lo mismo, El Abuelo).
Sobre la historia de este hermoso eucaliptal, en cuyas partes bajas también crecen otras especies típicas de la fraga atlántica, tales como laureles, arces, avellanos, alisos y robles, cualquier guía de la zona nos contará que fue plantado como medida para drenar los terrenos bajos, como protección contra las frecuentes inundaciones que, por aquel entonces, el río Landro provocaba en la zona.
Evidentemente incluido en el Catálogo Gallego de Árboles Singulares, el eucalipto del Souto da Retorta tiene fácil acceso. Tan sólo hay que seguir un fácil y cómodo sendero que parte desde la Fábrica de Hidrofersa, en la localidad de Chavín.
Caminando por un frondoso bosque y en paralelo al río Landro, se van descubriendo hermosos ejemplares –uno de ellos mide dos metros y medio de diámetro, lo que significa que se necesitan seis personas para abrazarlo-. El ejemplar monumental queda algo más adelante.
Siempre caminando en dirección a la antigua central hidroeléctrica, el camino coge una mínima dificultad cuando se encamina hacia la cascada artificial que hacía funcionar la abandonada central. A buen seguro que aquí se dispararán un buen número de fotografías, pero conviene no guardar demasiado la cámara. Y es que, como unos ochocientos metros más adelante, la Pena da Vella (Roca de la Vieja), una roca de inmensas dimensiones y, algo más adelante, el espectacular Salto do Can, demandarán más disparos. En total son dos horas de camino. ¿Quién se anima?