Baiona

Baiona es una ciudad marítima, situada en la provincia de Pontevedra, llena de sorpresas y de secretos que asombran y atrapan de una forma inevitable. Su posición frente a la Costa de Galicia hace que el agua de su mar sea límpida y fresca incluso en verano. Es por ello que los turistas acuden a este entorno privilegiado en busca no sólo de exclusivos hoteles o cómodos apartamentos, sino también de la tranquilidad, el sosiego y la variedad de actividades que aquí se ofrecen.

El pueblo se encuentra en las mismas Rías Baixas, una de las zonas más famosas y reconocidas de la Costa de Galicia. Su expansión turística comenzó hace años, y desde entonces no ha parado de crecer para dar al visitante todo cuanto se necesita para vivir una experiencia inolvidable. Tanto sus hoteles como los apartamentos o restaurantes se encuentran integrados en el entorno, consiguiendo que mar, arquitectura y campo queden unidos de una forma mágica y equilibrada. El resultado es, simplemente, maravilloso: un paisaje desbordante de belleza. Quienes visiten Baiona podrán disfrutar de una amplia oferta de alojamiento. Pernoctar en un hotel es una buena idea para aquellos que buscan confort y comodidad. Un apartamento, en cambio, está más indicado para familias o para quienes quieran sentirse como en casa aún estando en un lugar completamente nuevo.

La gastronomía es otro gran aliciente para venir aquí. La cocina gallega es de sobra conocida, especialmente por sus mariscos y pescados. Así, algunos de los platos típicos de esta zona son la empanada de atún, el pulpo a la gallega, el bacalao con coliflor o los mejillones al vapor. Acompañar todo esto con un buen vino denominación de origen Rías Baixas será una autentica delicia para los sentidos.

Como es de esperar, en este pueblo de Pontevedra también encontramos una oferta deportiva interesante, en la que el mar está siempre presente. Las vacaciones pueden completarse con un recorrido cultural por sus calles y alrededores, gracias al cual conoceremos de cerca su cultura e historia. La Carabela Pinta, la capilla de Santa Liberata o el casco antiguo son buenas opciones con las que claudicar unas vacaciones en un rincón incomparable y mágico de Galicia.