La Lanzada

Galicia esconde muchos tesoros, tanto en su interior como en su costa. Uno muy querido por vecinos y viajeros que buscan disfrutar del mar y del sol es La Lanzada, un arenal abierto de más de 2 kilómetros, situado entre El Grove y Sanxenxo, en plenas Rías Baixas. Este destino se preparara cada verano para acoger a aquellos que lo eligen como lugar de vacaciones y para ello cuenta con una larga lista de hoteles y apartamentos de gama media, muchos de ellos localizados en primera línea de playa.

La Lanzada es un lugar que invita a practicar deporte no sólo náutico, sino también en tierra firme. Para los primeros no hay problema en encontrar uno que se adapte a sus gustos, ya que existen numerosas empresas que alquilan material y que dan clases para principiantes o para perfeccionar la técnica. Así se puede disfrutar de actividades recreativas y deportivas tan variadas como bodyboard, surf, windsurf, paddelsurf y kitesurf. Existen escuelas especializadas en surf para que los pequeños de la casa experimenten sus primeras impresiones con las olas, así que es un buen lugar para ir en familia. Igualmente está la posibilidad de desplazarse al cercano El Grove para hacer buceo y descubrir así la riqueza de los fondos marinos de la costa gallega. Para los segundos se pueden realizar varias rutas senderistas. Una muy agradable es la que corre paralela a la playa de La Lanzada. A través de pasarelas de madera se conoce la costa y se atraviesan zonas de gran belleza. El trayecto dura más o menos 30 minutos y es fácil de recorrer.

Merece la pena acercarse hasta la parte norte de La Lanzada, hasta el monte Siradella, donde una duna rampante ha creado los mejores miradores del entorno y desde donde la panorámica de La Lanzada y la Ría de Arousa os dejará sorprendidos. Aquí, en el monte, también os llamará la atención una higuera, que según cuentan, fue donde se colgó a Juan de la Meca, quien sufrió un castigo similar al del comendador de Fuenteovejuna.

Tras la actividad, nada mejor que disfrutar de sus aguas relajantes gracias a la presencia de las algas. Las algas que hay en la costa absorben las propiedades de las sales minerales que hay en el agua, llenas de yodo, hierro, cobalto, magnesio, calcio y fosfato, entre otros compuestos. Un baño en la zona es muy recomendables para catarros, dolores estomacales y la piel. Eso sí, hay que saber que la temperatura media del agua es de 12 grados, aunque en verano está un poco más calentita. Si se busca un balneario, se puede visitar el Balneario de la Isla de la Toja, a escasos 10 minutos de distancia.

También se puede hacer turismo cultural para conocer espacios como la ermita de Nuestra Señora de La Lanzada. Es de estilo románico y cobra especial protagonismo el último fin de semana de agosto cuando se realiza el “baño de las nueve olas”, en el que una mujer que no puede concebir se mete en las aguas del mar recibiendo nueve olas para lograr el embarazo. Junto al templo se puede visitar un yacimiento arqueológico de gran importancia, en el que se descubren castros y una factoría romana de productos marinos del siglo II a.C