Vigo

En el corazón de las Rías Baixas, Vigo ofrece un mar de experiencias, tanto en su casco urbano como en los increíbles parajes naturales que la rodean. En esta ciudad marinera, la más al sur y la más poblada de Galicia, se puede ir de vinos y tapas por el casco viejo y probar las famosas ostras, o coger un barco y visitar todo un parque nacional, el de las islas Cíes, la 'puerta' de la ría de Vigo.

La mejor manera de iniciar una escapada a Vigo es subirse al Monte O Castro, en cuyo alto ofrece unas fantásticas vistas de la ciudad y la ría. Desde aquí se puede visitar el centro histórico y hacer una parada en su famosa calle de las Ostras para degustar este rico molusco. Vigo es un auténtico paraíso para los amantes de los pescados y mariscos, lo difícil es elegir dónde comerlos, si en el barrio de Alcabre, en el Canido o en la zona marinera por excelencia, Bouzas.

Las islas Cíes son visita obligada, aunque hay que tener en cuenta ciertas limitaciones, ya que solo pueden visitarse en verano o en Semana Santa, cogiendo un barco en la Estación Marítima de la ría. Las islas, como espacio protegido, solo admiten 2.200 visitantes al día, por lo que es recomendable reservar plaza con tiempo. El viaje vale la pena, pues se llega a un paraíso de playas como la de Rodas, para algunos la mejor del mundo, con aguas cristalinas que permiten apreciar el fondo marino practicando el buceo.

Hay hoteles en Vigo para todos los gustos, desde grandes hoteles a la misma orilla del mar a pequeños hostales en el Vigo histórico. Alojarse en Vigo no es muy caro, y aprovechando una buena oferta se puede ahorrar mucho. Llegar tampoco es problema, con conexiones que permiten desplazarse por autopista o autovía desde Madrid, Santiago, A Coruña y Oporto. La cercanía de la ciudad portuguesa permite visitarla desde Vigo en una excursión en el día, en tren o autobús. Por aire, el aeropuerto de Vigo tiene vuelos directos con Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Tenerife y Valencia.