Conil

Cuando se piensa en Lanzarote, pocas veces nos viene a la mente el nombre de Conil. Y es que esta localidad es un lugar tranquilo, lejos de grandes aglomeraciones, muy cerca de Tias, Puerto del Carmen y Puerto Calero. Aquí se respira el auténtico sabor canario, ya que la vida pasa con normalidad y calma. Un destino para desconectar y disfrutar al máximo de los encantos de esta isla, que además puede servir de base para conocer otros rincones con encanto de isla afortunada.

Conil es un lugar con arraigo e historia, de hecho su nombre aparece documentado por primera vez en 1618, unido a la agricultura. A lo largo de los siglos ha sufrido diversos episodios que lo han conformado tal y como es y ha ido cambiando para adaptarse a los nuevos tiempo. En el siglo XVIII fue uno de los municipios afectados por las erupciones del volcán del Timanfaya. Su casco es tranquilo y sus alrededores igual. Una de las zonas con mayor atractivo es la de los cultivos de vid que se extiende por los alrededores para crear las uvas que luego darán los famosos vinos de esta isla, que hay que probar antes de abandonarla. Su paisaje de viñedos junto a su tipo de tierra, crean un ambiente único que merece la pena observar con detenimiento. La mejor zona es la denominada La Geria, donde se aprovecha la tierra de las erupciones del volcán para cultivar las uvas. Para ello se realizan hoyos de unos dos metros y medio, donde se hace la plantación, resguardándola con paravientos de piedras.

Alrededor de Conil nos encontraremos con mansiones de estilo colonial como la de Pereyra, una bodega con producción. Asimismo es un lugar desde el que observar los días más despejados la cercana isla de Fuerteventura. Otro de los puntos interesantes es la ermita de La Magdalena, que se sitúa en la carretera que va hacia el vecino Masdache, y que presenta una fachada blanca, típica de la isla.

A 8 kilómetros está Puerto del Carmen, un destino totalmente contrario a Conil. La tranquilidad se torna en vida en este municipio costero en el que no faltan las ofertas de ocio y restauración y la arquitectura típica rural de Lanzarote se convierte en hoteles modernos, preparados para acoger a los viajeros durante sus vacaciones en la isla. Sus más de 6 kilómetros de playas lo han convertido en uno de los destinos más populares de todas las Canarias gracias a sus aguas seguras y a la calidad de sus servicios. Aquí se pueden encontrar numerosas empresas que ofrecen cursos de buceo, ya que es una buena zona para la práctica del mismo.

En los alrededores de Conil también se pueden visitar playas de ensueño, como la Playa Quemada, a unos 10 minutos de distancia. Es un paisaje casi virgen, siendo uno de los más tranquilos de toda la isla. También cerca está el aeropuerto de Lanzarote, lo que hace que llegar a la localidad sea sencillo. Se recomienda alquilar coche cuando uno se aloja en Conil.