Calasparra
Calasparra ocupa una ciudad de unos 10.200 habitantes ubicada en la comarca murciana del Noroeste, limitando con la Sierra del Puerto, Cehegín, Cieza y los ríos Alhárabe y Segura. Se han hallado restos arqueológicos de la época prehistórica y de la cultura íbera, pasando el territorio a manos de los cartagineses y por el dominio romano, quienes expandieron las explotaciones agrícolas. Más tarde los musulmanes contribuyeron a dotar de entidad propia a la localidad, una zona que durante la Reconquista quedó a merced de ambos bandos y pasó de unas manos a otras según evolucionaba la lucha. El siglo XVI supuso un importante auge social y de crecimiento económico, aunque tras la Guerra de Independencia española se hicieron visibles ciertas diferencias sociales que verían su recuperación ya en en siglo XX con el aumento del turismo y la consolidación de industrias de transformación, conservas y servicios.
Calasparra invita a disfrutar de un sugerente patrimonio histórico-cultural y propone un interesante recorrido por un llamativo conjunto monumental de visita obligada donde destacan atractivos símbolos locales como la Casa granero del Conde del Valle de San Juan, sede actual de la Escuela Municipal de Música, la Oficina de Turismo y el Museo del Arroz; la Torre del Reloj, de estilo neomúdejar y situada en la calle Mayor, en el barrio de San Pedro; el edificio La Encomienda, en el núcleo medieval de la ciudad y que ha servido de mesón, granero y cárcel, entre otros usos, y el Castillo, edificación en proceso de rehabilitación y desde cuya cima se puede contemplar una estupenda panorámica de la vega.
Calasparra ofrece al turismo una interesante selección de actividades como la visita al Yacimiento Arqueológico de la Villa Vieja, un histórico espacio hispano-musulmán de 5.500 km² de extensión cuya época de máxima expansión se sitúa entre los siglos XII y XIII. La ciudad propone participar de un buen número de actividades en contacto con la naturaleza, tanto deportes de montaña como el senderismo o la escalada; de aventura como el rafting; de ocio y tiempo libre como la tirolina o el tiro con arco, o incluso, entretenimiento de turismo ecuestre u observación de fauna y flora.
Los alojamientos en Calasparra proponen disfrutar de un ambiente acogedor y familiar donde sentirse como en casa e invitan a encontrar el descanso después de intensas jornadas de turismo activo por los alrededores. La ciudad cuenta con confortables casas rurales, así como albergues, hoteles, hostales y campings perfectos para familias y grupos y orientados a relajarse y a disfrutar de una atmósfera agradable y tranquila.
Calasparra dispone de excelentes accesos por carretera desde la RM-510, la RM-714, la RM-832 y la MU-552, a 70 y 114 kilómetros respectivamente de las ciudades de Murcia y Albacete. La localidad ofrece un cómodo servicio de taxis y la oportunidad de desplazarse en autobús o en tren a través de la ruta Cartagena-Calasparra-Madrid. El aeropuerto de San Javier está situado a una hora por carretera.
Calasparra dispone de una superficie de 184,90 km² y es popular por su arroz, un producto por excelencia en su arte culinario que goza de denominación de origen propio y, junto a los guisos, las verduras y las carnes, conforman la base principal de su exquisita gastronomía, que da como resultado suculentos platos como el arroz viudo, el conejico espatarrao o las populares migas. La Feria tiene lugar a principios de septiembre y engloba diferentes actos organizados, destacando exposiciones culturales, encierros o el Festival de Folklore internacional, sin olvidar otros eventos del calendario como las Fiestas Patronales de San Abdon y San Senen, la Semana Santa o el Carnaval.
Qué ver o hacer en Calasparra y alrededores
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