San Francisco

De San Francisco dicen que es la más europea de todas las ciudades estadounidenses. No obstante, este enclave de la costa oeste es un reflejo del carácter americano más abierto, un lugar que por su propio encanto encandilará a los viajeros. Para poder conocer esta localidad del estado de California a fondo, nuestro primer consejo es que escojáis un alojamiento en una buena zona o en un lugar conectado con los principales puntos de interés. El mejor sitio para alojarse en San Francisco es el centro de la ciudad (Downtown) ya que es cómodo y cuenta con una gran oferta de hoteles. Tampoco hay que desdeñar la idea de coger el hotel en Union Square, en el distrito de Marina, en el distrito de los teatros o en el SoMa. Estas zonas son seguras y prácticas, así que es mejor evitar alojamientos en los extrarradios.

Sinuosa y extensa. Así se podría definir a San Francisco, la ciudad de las cuestas infinitas. Para moveros encontraréis un gran número de medios de transporte público entre los que se encuentran los icónicos cable car, aquellos tranvías que habréis vistos cientos de veces en las películas. Para subiros a uno desde su inicio deberéis ir hasta el Fisherman´s Wharf, aunque igualmente se puede coger en el centro (así evitaréis largas filas). También hay tranvías, autobuses, taxis, metro y ferries.

Hay tantos puntos interesantes que, según los días que se pase en la ciudad, habrá que hacer una criba sobre qué ver en San Francisco. Un lugar indispensable es el Golden Gate, símbolo de la ciudad. Para observarlo, uno puede verlo desde el parque de los alrededores o bien se puede cruzar tanto en vehículo como a pie. Desde allí se otea otro imprescindible: la isla de Alcatraz. Habréis oído multitud de historias sobre el lugar, pues bien, ahora es el momento de descubrir su veracidad. Hay tours guiados muy interesantes que merecen la pena para conocer esta antigua isla-prisión a fondo. Hasta ella podéis llegar en ferry, que se puede tomar en Fisherman's Wharf. De vuelta en la ciudad, hay que acercase hasta el City Hall, un edificio de corte europea que puede que os recuerde a alguna ciudad del Viejo Continente.

San Francisco es lo que es gracias a sus barrios, así que hay que pisar alguno de ellos para conocer el espíritu que hace que esta ciudad americana sea tan especial. Uno muy atractivo es Haight Ashbury, cuna de la movida hippie y alternativa, en la que no faltan los comercios, las cafeterías y las casas de colores. También proliferan los conciertos y restaurantes con encanto. Lo alternativo y colorido se deja sentir también en Barrio Castro, el centro de la comunidad gay en San Francisco o en Mission District, el barrio latino de la ciudad. San Francisco tampoco renuncia a su Little Italy, distrito de la comunidad italoamericana.

Bien distintos son Chinatown y Japantown con una oferta curiosa llena de restaurantes y tiendas orientales. Para seguir con el contraste de barrios uno puede acercarse hasta Alamo Square, donde aguardan las casas típicas victorianas que aparecen en muchas películas y series. A este barrio se le conoce con el apodo de “The Painted Ladies” por su casitas de colores. Menos elegante, pero no por ello menos interesante, es la zona del muelle de Fisherman's Wharf, el antiguo puerto de la ciudad, donde no hay que dejar de ir al Muelle Pier 39, donde veréis a unos vecinos muy simpáticos: una colonia de leones marinos. Y, por supuesto, hay que ir a Union Square, el corazón de la ciudad.