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Washington DC

Viajar a Washington D.C. es como sumergirse en una película, pues en sus rectas, amplias y elegantes avenidas los viajeros pueden descubrir algunos de los monumentos más famosos de esta emblemática ciudad, capital de los Estados Unidos de América. Ya sea con una visita exprés desde Nueva York o con un viaje de varios días, esta ciudad tiene mucho que ofrecerle al viajero.

En la capital estadounidense se pueden admirar algunos de los monumentos más famosos del país, conocidos por casi toda la población mundial gracias a las películas y series de origen norteamericano. La Casa Blanca, el Capitolio de los Estados Unidos y el Monumento a Lincoln son solo algunos de los muchos monumentos que se pueden descubrir en este interesante destino. E incluso hay otros monumentos que, sin saber cómo se llaman, el viajero está deseando ver porque se sentirá transportado a una de sus series favoritas; es el caso del Monumento a Washington, del Monumento a Thomas Jefferson, del Museo Nacional del Aire y el Espacio de Estados Unidos y del Cementerio Nacional de Arlington.

Además, la ciudad acoge otros lugares de interés, como el Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos, la Galería Nacional de Arte y el Museo Nacional de Arte y Cultura Afroamericana. Asimismo, quienes viajen con niños seguro que disfrutarán de un día maravilloso en el parque zoológico nacional Smithsoniano.

Mucha gente piensa que Washington D.C. se encuentra en Nueva York, pero lo cierto es que entre ambas ciudades se extienden más de 350 kilómetros. Es frecuente hacer excursiones de uno o dos días desde Nueva York y los métodos más comunes para ir de una ciudad a otra son el tren y el autobús. De estas dos, la opción más rápida y cómoda es el tren, que además termina su trayecto Union Station, a tan solo 10 minutos andando del Capitolio, aunque quienes deseen la opción más económica pueden optar por el bus. Asimismo, existe la opción de llegar a la ciudad en avión, con el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington a 10 minutos en coche de la zona más turística de la ciudad.

Una vez en el centro, para hacer turismo hay buses que hacen tours circulares por los principales monumentos de la ciudad, aunque para comodidad de los viajeros muchos de los monumentos se agrupan en una misma zona, pudiendo hacer rutas a pie que, por ejemplo, permitan al turista conocer el Capitolio, el Instituto Smithsonian, el National Mall y el Monumento a Lincoln en un mismo día sin necesidad de coger transporte.

Por su parte, el transporte público de la ciudad es uno de los más limpios, eficientes y seguros del mundo, y combina el metro y el autobús para llegar a todos los puntos importantes de la ciudad.

A la hora de elegir alojamiento lo mejor es optar por un hotel próximo al National Mall, que permite estar a una cómoda distancia a pie de los principales monumentos. Aunque también es una opción alojarse algo más lejos del centro, como por ejemplo en un hostal de la zona residencial de Logan Circle, en dirección norte. Esta zona de la ciudad está bien conectada mediante transporte público con el centro y también permite descubrir la ciudad tras un cómodo paseo de media hora.

A los amantes de las curiosidades, seguro que les fascinará saber que la ciudad se construyó de forma perfectamente planificada, por lo que desde lo alto muestra un plano de cuadrícula, sin ningún tipo de irregularidad. Fue fundada con el objetivo de ser capital nacional permanente de los Estados Unidos y su nombre oficial es Distrito de Columbia en honor al español Cristóbal Colón.