Indianápolis
Indianápolis , capital de Indiana, Estados Unidos, es la ciudad más poblada del estado y ofrece un centro urbano atractivo, limpio y ordenado, en el que los viajeros encontrarán diversos monumentos de interés. Además, esta localidad atrae anualmente a gran número de personas apasionadas del motor gracias a la carrera Indy 500, y ofrece muchos espacios ideales para visitar en familia o en solitario. Esta bonita capital estatal acabará enamorando al turista con su ambiente, sus atractivos y su estilo de vida.
Entre los lugares más visitados de Indianápolis se encuentran el parque estatal White River y el Indiana State Museum, donde los viajeros podrán pasar unas horas muy agradables descubriendo más sobre la ciudad. Además, si se viaja con niños es muy recomendable acercarse al zoo de la ciudad y al Museo de los Niños, que es el más grande del mundo. Asimismo, los amantes del motor encontrarán en la ciudad el Indianapolis Motor Speedway, un circuito conocido por ser la sede de la carrera de las 500 Millas. Aunque no haya carrera, en el circuito se realizan tours y además hay un museo con automóviles, trofeos y otras muchas cosas que apasionarán a los amantes de este mundillo. Por otro lado, se podrá disfrutar de una tarde muy entretenida en el distrito Broad Ripple, que se sitúa a unos 20 minutos al norte del centro y alberga espectáculos de música en vivo, tiendas de vinilos, cafeterías, grandes librerías, etc.
A su vez, los amantes de los deportes seguro que disfrutarán recorriendo el estadio Lucas Oil, de la Liga Nacional de Fútbol (NFL). Fuera de temporada se pueden realizar tours para descubrir las instalaciones, aunque sin duda lo mejor para los forofos del deporte es asistir a un partido y sentir rugir el estadio. Si se desea hacer algo diferente y relajado, se puede alquilar un kayak o un bote para recorrer los 5 kilómetros que cubre el canal central de la ciudad. Y si de turismo activo se trata, también es una opción recorrer en bicicleta, a pie o en segway el parque estatal White River, que combina zonas verdes con espacios culturales.
En lo relativo a la comida, la ciudad es célebre por los sándwiches de lomo de cerdo, que llaman la atención por el corte de la carne, pues con frecuencia el lomo es más grande que el pan con el que se acompañan. El lomo de cerdo se suele servir acompañado de patatas y, además, los viajeros no pueden dejar pasar la oportunidad de degustar las típicas tortitas americanas, las tradicionales costillas de cordero marinadas y cocinadas a la parrilla, o un filete Porterhouse. Asimismo, en la ciudad hay numerosas cervecerías donde el turista podrá degustar una amplia variedad de cervezas artesanales.
El Aeropuerto Internacional de Indianápolis (IND) se sitúa a unos 20 kilómetros al suroeste de la ciudad y conecta con el centro mediante autobuses y taxis. Los primeros hacen el trayecto en aproximadamente 45 minutos, mientras que los coches pueden llevar hasta el centro en 15-20 minutos. La ciudad cuenta con un transporte público eficiente y se puede ir de un punto a otro tanto en taxi como en autobús.
En Indianápolis hay alojamiento para todos los gustos, pues se puede conseguir un hotel o un hostal tanto en pleno downtown de la ciudad como junto al aeropuerto. La ventaja de hospedarse en el centro es poder conocer mejor la cultura y el estilo de vida de la ciudad, y para ello Indianapolis cuenta con una interesante oferta de alojamientos que varían en categorías y precios para adaptarse a todo tipo de viajeros.
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