Philadelphia

Philadelphia, conocida en castellano como Filadelfia, es una de las ciudades más antiguas de Estados Unidos, ya que data del siglo XVII. Ubicada en la orilla derecha del río Delaware se localiza cerca de New Jersey, en un punto intermedio entre Nueva York y Washington D.C. Su nombre es conocido debido a una película de los 90, protagonizada por Tom Hanks que fue una revolución por tratar al SIDA abiertamente, sin embargo, en su propia historia se esconde la historia del país, con lugares que son todo un símbolo para el país de las barras y estrellas.

Al ser una ciudad con pasado, en su casco se puede encontrar una amalgama de estilos arquitectónicos que la convierten en una urbe especial. Entre los edificios más antiguos destacan los de estilo georgiano, entre los que sobresalen por su importancia y tamaño la Iglesia de Cristo y el Independence Hall. Posteriormente, la moda viró hacia un estilo griego y el estilo Segundo Imperio. De este segundo movimiento data el Ayuntamiento de Filadelfia, una construcción a la que merece la pena acercarse para conocer su estructura y altura. Fue hasta 1987 el edificio más alto de la ciudad con 167 metros de altura. El mérito se lo quitó el rascacielos One Liberty Place en ese año con una construcción de 269 metros, que recuerdan al edificio Chrysler de Nueva York. A día de hoy, el edificio más alto es el Coast Center, con casi 300 metros de altura.

Además del paisaje urbano, Filadelfia es un buen destino para los amantes de los museos, puesto que en su plano cuenta con una larga lista de centros expositivos para todos los gustos. El más conocido es quizá el Museo de Arte de Filadelfia. Para llegar a él hay que subir los famosos 99 escalones que recorre Rocky en la película del boxeador protagonizado por Sylvester Stallone. De hecho, en la parte inferior de las escaleras hay una estatua en honor a Rocky Balboa. Su exterior es conocido, pero no hay que dejar de visitar su interior también, ya que es uno de los museos más grandes de Estados Unidos con obras de pintores de la talla de Salvador Dalí, Rubens, El Greco. Van Gogh, Jan Van Eyck o Turner.

En esta ciudad norteamericana tampoco hay que perderse otros indispensables como el Independence National Historic Park, donde se puede visitar Liberty Bell Center, lugar donde se ubica la Campana de la Libertad y el Independence Hall, historia viva de Estados Unidos, ya que fue aquí donde se firmó la Declaración de Independencia del país. El edificio se puede visitar gratuitamente, pero hay que reservar la entrada con anticipación en el centro de visitantes. Tampoco hay que dejar de acercarse a la casa natal del ciudadano más ilustre de Filadelfia: Benjamin Franklin. Más historia se respira también en sus calles del centro con lugares tan emblemáticos como la calle más antigua del país (Arch Street); la casa de la diseñadora de la bandera de Estados Unidos; la U.S. Mint, donde se imprimen los dólares norteamericanos y la Reserva Federal. Casi nada.