Francia

Francia es, actualmente, el destino turístico más visitado del planeta. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que París es una de las grandes capitales del mundo. Sin embargo, la nación gala tiene otros muchos rincones que se deben conocer para poder decir que se conoce en profundidad. Por ello, aquí se va a hacer un repaso por sus enclaves más emblemáticos y por sus mejores lugares para encontrar un alojamiento.

Qué ver en Francia

Es imposible hacer una reseña turística de Francia sin empezar hablando de París, su capital. La Ciudad del Amor, como es conocida a nivel internacional, es perfecta para disfrutar de una escapada romántica en pareja, pero también para realizar un viaje cultural e histórico. Aquí se encuentran los monumentos más famosos del país como, por ejemplo, la Torre Eiffel, la Catedral de Nôtre Dame o el Museo del Louvre, que alberga el mítico cuadro La Gioconda de Da Vinci.

Más allá de París, la nación gala cuenta con otros muchos lugares dignos de reservar un hotel o un hostal en el que pasar varios días para realizar una pormenorizada visita. Es el caso, por ejemplo, de Burdeos, que está considerada como la segunda ciudad más bonita del país. De hecho, su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad en su conjunto. Mención especial también merecen los campos de lavandas de La Provenza, cuyo intenso color morado es capaz de dejar a cualquiera sin palabras.

Por su parte, haciendo frontera con Alemania y Suiza está Alsacia, un lugar que merece la pena conocer, sobre todo, cuando llega la Navidad. Eso sí, adelantamos que reservar aquí un apartamento o habitación durante esas fechas es complicado, por lo que siempre hay que ser previsor. Lo mismo sucede si hablamos de Córcega o de cualquier ciudad de la Costa Azul, pero en verano.

Qué hacer en Francia

La primera actividad que todo viajero debe hacer nada más llegar a Francia es subir a lo más alto de la Torre Eiffel. El mirador de su parte superior brinda unas vistas absolutamente increíbles del conjunto de París. Lo mismo podemos decir del Castillo de Mont Saint-Michel. No solo es el edificio más sorprendente de Normandía, sino que ofrece una panorámica única de la región.

Por su lado, aquellos a los que les gusta el vino encontrarán imprescindible un tour por los viñedos de Carcassone. Esta ciudad, que pertenece a la región de Languedoc-Rosellón, está rodeada de viñedos y de bodegas. Asimismo, quienes se consideren fans incondicionales de los deportes de nieve no pueden perder la ocasión de acudir a los Pirineos franceses para practicar el esquí o el snowboard. También a los Alpes. Si se va en verano, ambos lugares están repletos de rutas de senderismo y de cicloturismo.

Por último, no se puede olvidar hacer referencia a las playas de la Costa Azul y de Córcega. Muchas de ellas están consideradas entre las mejores de todo el mar Mediterráneo.

Donde dormir

Todo depende del tipo de vacaciones que se quieran plantear. Por ejemplo, quienes viajan a Francia con el propósito de conocer París encontrarán en un hotel o en un hostal la mejor opción para satisfacer sus necesidades de hospedaje. Sin embargo, no deben descartar la opción de reservar un apartamento si demandan privacidad. Sin duda, es algo muy interesante si se viaja en familia o con amigos. Lo mismo se puede decir respecto al resto de grandes ciudades galas, como es el caso de Lyon, Nantes, Niza, Marsella o Montpellier.

Sin embargo, las oportunidades de alojamiento cambian cuando lo que se visitan son entornos rurales y naturales. En estos casos, puede ser mejor apostar por una casa unifamiliar en lugar de por un apartamento, aunque se pueden encontrar alojamientos adaptados a todos los gustos y bolsillos. Finalmente, no podemos olvidar hacer referencia a los grandes resorts y hoteles de lujo que hay disponibles en Córcega y en las regiones costeras del país. Ofrecen unos niveles de exclusividad prácticamente imposibles de encontrar en otros lugares del mundo.

Transporte

El transporte no es una cuestión que deba preocupar a ningún viajero que decida visitar Francia. El país cuenta con una de las mayores infraestructuras del mundo en este sentido. Por ejemplo, dispone de una gran variedad de aeropuertos repartidos por todo su territorio, por lo que los viajeros pueden elegir la opción más adecuada para ellos según los destinos que quieran conocer. Además, sus conexiones con España son fabulosas.

Tampoco podemos obviar que, una vez en territorio francés, las opciones para ir de un sitio a otro no escasean. Por ejemplo, la mayoría de grandes ciudades cuentan con servicios de metro muy puntuales y completos. De igual modo, cuentan con amplias redes de autobuses urbanos y de taxis. En ellas también operan servicios VTC, tranvías, etc.

Por si fuese poco, para ir de una ciudad a otra, el país cuenta con un excelente servicio de trenes de alta velocidad y autobuses. Sus carreteras también son excelentes, por lo que la opción de alquilar un coche nunca se debe descartar.

Otros datos de interés

Los horarios comerciales en Francia son bastante diferentes a los de España. De hecho, es raro encontrar locales abiertos a partir de las 20:00 horas. Por ello, a la hora de hacer compras o de cenar, hay que tener en cuenta que el horario que siguen los franceses es más parecido al del resto de países europeos que al español.