​Estrasburgo

​Estrasburgo es una ciudad francesa situada junto al río Rin en la región histórica de Alsacia. Es una ciudad con un gran número de instituciones culturales y está considerada ciudad universitaria. En ella se encuentra la sede del Parlamento y tras la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un lugar clave para las relaciones francoalemanas. El origen de la ciudad parece encontrarse en la época romana. Su centro histórico se declaró Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Es también un centro de comercio en el país, con el segundo puerto en importancia sobre el río Rin.

El centro histórico de Estrasburgo también es conocido como la Gran Isla, una urbe medieval que ya es Patrimonio de la Humanidad. Es habitual ver en ella las casas de estilo renano con entramado de madera, siendo especialmente relevante y pintoresco el distrito de La Petite France, junto al canal. En la Plaza de la Catedral se encuentra la casa Kammerzell, una de las más famosas de la ciudad por su estilo y antiguos detalles. La catedral de estilo gótico destaca por su reloj astronómico. A poca distancia de la catedral se encuentra el Palais Rohan, un palacio que ha sido reconvertido en el Museo de Bellas Artes, el de Artes Decorativas y el Arqueológico. Esta ciudad es sede del Parlamento Europeo, así que hay que visitar el Barrio Europeo, en donde se encuentra su sede.

En la ciudad de Estrasburgo es imprescindible disfrutar de un paseo en barco por el río Rin, pasando por los canales y por la bonita Petite France. En estos pequeños cruceros se llega a la zona del Parlamento Europeo y se pueden ver los llamados 'Puentes cubiertos', restos de las antiguas fortificaciones de la ciudad. Hay varios puntos animados en la ciudad, como la céntrica plaza Kleber o la plaza de Borglie. En esta ciudad también hay que apuntarse a un tour en bicicleta, ya que ofrece muchos espacios para pasear con ella de forma segura. A cierta distancia de la ciudad también se puede visitar el parque temático Europapark.

El alojamiento en Estrasburgo es muy variado, ya que se trata de una ciudad turística. Es posible encontrar algunos hoteles de cinco estrellas, aunque los más numerosos son los de tres y cuatro estrellas. En el casco antiguo hay algún hotel con encanto, así como establecimientos de estilo moderno. El hostal o pensión puede ser una opción económica, aunque hoy en día son muchos los turistas que buscan ofertas en los apartamentos turísticos.

Para llegar a la ciudad de Estrasburgo se puede utilizar el aeropuerto de la ciudad, situado a 12 kilómetros del centro. Hay líneas de autobuses y taxis para dirigirse a la zona más céntrica. Por otro lado, en la ciudad es habitual moverse con su estupenda red de tranvías, que es la más extensa de toda Francia y ofrece una gran puntualidad. En la ciudad también hay líneas de autobuses urbanos para moverse por el centro. Esta es una urbe que ofrece un gran número de carriles bici para desplazarse de una forma ecológica.

La gastronomía en la ciudad de Estrasburgo se inspira en la cocina alsaciana, con platos que tanto vienen de Francia como de Alemania. Entre los platos típicos está el Baeckeoffe, elaborado con tres carnes diferentes, así como los quesos Munster y Bibeleskäs. En la ciudad también se consumen muchos platos de pescado, con algunos como la perca. Tampoco hay que perderse el Civet, un guiso que se cocina con vino de la zona.