Vannes

La ciudad de Vannes se ha ganado un lugar entre los intereses turísticos de la Bretaña francesa con todo el mérito. Cuenta con una larga historia que se reconoce en varios de sus monumentos, que merecen una visita. Su ubicación a orillas del Atlántico, en el centro del Golfo de Morbihan, en el estuario del río Marle, el aporta un ambiente portuario muy interesante. Los visitantes que se alojen en un hotel en Vannes solo tienen que recorrer sus calles del casco antiguo y admirar sus casas tradicionales para descubrir grandes maravillas.En la ciudad se conserva gran parte de la muralla que se edificó en el siglo III, posteriormente ampliada y reforzada. Está rodeada de jardines que vale la pena recorrer, y cuenta con seis puertas perfectamente conservadas. Entre ellas, destacan la Puerta Prisión y a Puerta de Saint-Vincent, que merecen una visita.Asimismo, no se puede dejar Vannes sin haber visitado la Iglesia de San Paterno y la impresionante Catedral de San Pedro, de un espectacular estilo gótico. Como en otras ciudades francesas, cuenta con el Palacio o Castillo Gaillard, edificado en el siglo XV y con el diseño original bien conservado.Tanto en el casco antiguo como en los barrios más nuevos, es fácil encontrar un hotel o un apartamento en Vannes. Existe una amplia variedad de alojamientos, desde lujosos hoteles de 4 o 5 estrellas con todos los servicios que se puedan imaginar, hasta sencillos hostales y casas de huéspedes a buen precio y con un trato mucho más familiar.