​Tours

​Tours es una ciudad francesa de la región Centro-Valle del Loira que cuenta con más de ciento treinta mil habitantes en su seno y de casi trescientos mil en su área metropolitana. Capital histórica de Touraine, es una ciudad histórico-artística que, entre los siglos XV y XVI asumió la capitalidad de todo el país.

La belleza y el patrimonio histórico de son extraordinarios. Sus edificios, monumentos y palacios conforman un escenario idílico por el que callejear, con el fin de admirar algunas expresiones excelsas del arte y la cultura francesas. La incomparable plaza Plumereau, que constituye el verdadero corazón de la ciudad antigua, es un escenario inmejorable para detener el tiempo en la terraza de una cafetería o un buen restaurante. En sus alrededores se ubican multitud de preciosas casas con solera, muchas de las cuales mantienen curiosas esculturas de madera.

La catedral de Saint-Gatien, que destaca por su espiritualidad interior, acrecentada por las esplendorosas vidrieras de los siglos XIII, XIV y XV, y su fachada de estilo gótico flamígero, brillantemente decorado. El castillo es otra visita imprescindible.

Esta ciudad es maravillosa para los aficionados a los museos, pues permite realizar un itinerario completísimo que incluye el Museo Arqueológico de Touraine, localizado en el emocionante palacio renacentista Gouin; el Museo de Bellas Artes, el cual reúne en el antiguo palacio de los arzobispos diferentes colecciones artísticas pertenecientes a la época comprendida desde la Edad Media hasta el siglo XX y, en las bodegas de la abadía de Saint-Julien, el delicioso Museo de los Vinos de Touraine.

Como atractivo natural, el río Loira acompaña los paisajes de esta sugerente ciudad, proporcionando una experiencia de belleza y atractivo al aire libre imprescindibles. ¡Por algo lo llaman el Jardín de Francia!

La oferta de alojamiento en Tours es tan variada como completa y recomendable. Quien busca un hotel céntrico, un aparthotel, un bed & breakfast, una posada, una hospedería o un hostal con encanto lo tiene fácil, porque la localidad reúne extraordinarias opciones. En sus establecimiento urbanos o lindantes con la campiña, señoriales o modernos, económicos o más sofisticados, instalarse en Tours es sinónimo de satisfacción y bienestar. Especialmente para quien se decanta por las opciones equipadas con espacio wellness, piscina climatizada y baños de vapor.

Utilizar el tren de alta velocidad desde París es una magnífica manera de llegar hasta Tours. También los ferrocarriles de media distancia conectan esta población con otras importantes como Le Mans y Lyon. En todos los casos, la llegada resulta espectacular gracias a la existencia de una estación bellísima, construida en 1895.

Asimismo, el avión es una buena alternativa, pues el aeropuerto Valle del Lora se localiza a solo 10 kilómetros de autobús. El viajero, además, puede plantarse en el centro de la ciudad en 20 minutos de tren.

Para desplazarse en el interior de la localidad, el tren incluye diferentes paradas dentro de Tours: no muchas, pero sí las suficientes para resultar bastante útil en ciertas ocasiones. La inexistencia de tranvía se compensa con un autobús urbano que cuenta con dos líneas.

En el entorno de Tours se localiza la conocidísima zona de los Castillos del Loira, que incluye hasta 42 ejemplos excepcionales. Fueron construidos en la época en que era la capital de Francia y, lógicamente, resultaba estratégicamente necesario protegerla. Villandry, Chenonceau y Amboise son tres de los más impactantes. Conocida como la ciudad del arte y de la historia, garantiza una experiencia turística encantadora, plena y relajante, en un entorno tranquilo y agradable en el que la cordialidad, la naturalidad y la paz interior son los protagonistas.