Blois

Hay ciudades que crecen alrededor de un monumento como si este fuese capaz de justificar por sí mismo la existencia de una localidad. Este es el caso de Blois, un tranquilo pueblo de Francia que se encuentra entre las grandes ciudades de Orleans y Tours y que ha visto pasar por sus calles una buena cantidad de sucesos históricos de primera magnitud. Tanto su patrimonio como sus alrededores naturales justifican sin lugar a dudas una visita a la zona, por lo que los viajeros suelen detenerse aquí siempre que tienen la oportunidad.

Como decíamos, el patrimonio de Blois es algo que puede sorprender a cualquiera. No hay ninguna duda de que su principal atractivo se encuentra en el castillo de Bles, un palacio de estilo renacentista construido por Luis XII que hoy se mantiene tal cual fue en la época de su fundación. Así, es fundamental explorar a fondo este enclave turístico con sus lujosas salas, su gran patio central y, por supuesto, con todas las historias que concentran los edificios con la historia de este. Pero la ciudad de Blois no se agota en su castillo. Al contrario, los viajeros podrán descubrir otros muchos rincones cargados de encanto. Sin ir más lejos, visitar la catedral de San Luis es fundamental, lo mismo que hacer una excursión al popular Museo de la Magia, un centro dedicado a la historia de este arte que puede servir para que toda la familia se divierta junta.

Si hay un lugar que permitirá al viajero disfrutar de planes muy distintos cuando se encuentra visitando Blois, este no es otro que el río Loira. Por supuesto, la naturaleza se abre paso en cada rincón del cauce del río, por lo que actividades como el senderismo, el descenso de ríos y otras muchas pueden incluirse en un viaje por la zona. Pero, además, el Loira tiene la fama de ser uno de los ríos con mayor número de palacios y castillos en sus orillas. Así, se pueden encontrar rutas por el Valle del Loira que permiten descubrir antiguas residencias reales, fortificaciones que han visto pasar siglos de historia y otros muchos lugares que seguro que pueden convertir la estancia aquí en una experiencia difícil de olvidar para el viajero.

El alojamiento no debería ser ningún problema en la ciudad de Blois. Esta es una de las grandes capitales de la zona central de Francia, por lo que cuenta con el equipamiento que se presume de cualquier gran urbe. Así, encontrar una habitación de hotel o hacer lo mismo en un hostal más económico es sencillo gracias a la gran oferta existente, oferta capaz de colmar las expectativas de cualquier visitante.

Una de las formas más habituales de llegar hasta esta localidad es desplazándose desde la cercana Orleans. La distancia entre ambas ciudades no es de más de 60 km, un viaje que puede llevarse a cabo por carretera conduciendo por la A10 durante 50 minutos aproximadamente. También hay autobuses y servicios de tren desde Orleans y desde otras ciudades como Tours, por lo que las comunicaciones son excelentes facilitando mucho el viaje.

Es interesante tener en cuenta que la gastronomía en esta región puede ser uno de los grandes atractivos del viaje a Blois. La cocina muestra la importancia que tuvo la realeza aquí con productos tan exclusivos como los platos de faisán, una auténtica delicia de la que hay que disfrutar siempre que se tenga la oportunidad. Las setas o los conocidos como palets solognots, bizcochos de pasas muy típicos, se acompañan por los productos que ofrece el Loria como los lucios, las anguilas o los cangrejos para dar forma a una cocina llena de encanto.