Toulouse

La ciudad de Toulouse, perteneciente a la región de Occitania, se ubica en el sur de Francia. Popularmente, se la conoce como Ciudad Rosa, debido a sus característicos edificios con ladrillos vistos. Se relaciona fuertemente con España por dos motivos. En primer lugar, Toulouse fue considerada capital del Gobierno republicano en el exilio. En segundo lugar, durante el Imperio carolingio, formó parte de la denominada Marca Hispánica. Como curiosidad, cabe citar también que en esta localidad se desarrolló una tradición diferente de cristianismo conocida como catarismo, considerada una herejía por la Iglesia ortodoxa. Aquí también tuvo lugar la última batalla de la Guerra de la Independencia, en la cual España luchó por desembarazarse del poder napoleónico.

Fruto de este rico pasado histórico, en la actualidad existen un sinfín de monumentos y edificios dignos de ver. No en vano, está clasificada por el Gobierno francés como Ciudad del Arte y de la Historia. Así, dentro de su vertiente religiosa, pueden visitarse la basílica de San Sernín, de estilo románico, o el Convento de los Jacobinos. Tampoco el visitante avezada puede olvidar la catedral de Saint-Étienne, la Basílica de la Dorada o las iglesias du Taur o Saint-Pierre des Cuisines.

Con respecto a sus monumentos civiles, Toulouse destaca por el Capitolio, la sede del Ayuntamiento. En total, la ciudad cuenta con 74 palacetes renacentistas, hoy reconvertidos en hoteles, museos u otras instituciones públicas. La antigua prisión de Saint-Michel, la estación ferroviaria, su anfiteatro romano o la sala de conciertos Halle aux Grains son otros tantos puntos de interés. Merece igualmente mucho la pena pasear por sus puentes, parques y jardines, así como deleitarse caminando por las orillas del Canal del Midi. Los amantes de los museos también están de enhorabuena. Podrán acercarse hasta el de Saint-Raymond, el de Vieux, el de los Agustinos o el de Arte Moderno y Contemporáneo.

Con respecto a los alojamientos, Toulouse posee hoteles de diferentes categorías, aunque abundan los de tres estrellas. Si se desea, también se puede optar por un hostal, una pensión, un bed and breakfast o un apartamento. Algunos son auténticas villas, con jardín privado y piscina. Tampoco faltan televisores de pantalla plana o conexión wifi a Internet. En muchos de ellos se puede disfrutar también de las increíbles vistas de la ciudad. Los hay de corte más clásico, art déco o realmente modernos. En unos cuantos también existe gimnasio y se ofrece incluso traslado directo hasta el aeropuerto.

A pesar de que los turistas se mueven principalmente por su casco histórico, lleno de calles estrechas y peatonales, se puede, en todo momento, tomar un tranvía, un metro, un autobús o un tren de cercanías. Realmente, el transporte público funciona muy bien. Como novedad, actualmente existen navettes o lanzaderas temáticas, así como TAD, furgonetas con capacidad para un número determinado de personas. Existe, además, una tarjeta de transportes especial para turistas llamada Carte Pastel. Pero, sin lugar a dudas, la bicicleta es una opción realmente cómoda y ecológica para moverse por la ciudad.

En Toulouse, en general, se puede degustar la gastronomía típica de la región occitana, donde el magret de pato, el foie gras o los quesos son sus principales puntos de interés. Además, aquí también se celebra un popular festival conocido como Río Loco, donde cada año se invita a artistas de un país diferente. Asimismo, en las tardes veraniegas, junto al río se celebran fiestas electrónicas. Otros eventos son un festival europeo del humor, encuentros de cine, muestras de arte contemporáneo o maratones de palabras. Y, si se viaja con niños, existe un curioso parque infantil instalado en una antigua barcaza.