Hotel Auberge Edelweiss

Información

El entorno del Hotel Auberge Edelweiss es una preciosa villa medieval, La Grave, que destaca por ser uno de los pueblos más bonitos de Francia. La propiedad donde este establecimiento distribuye sus espacios es una antigua posada de diligencias, que ha sido restaurada y dotada de todas las comodidades contemporáneas, y cuenta con una decoración inspirada en el estilo de un chalet. El acceso se realiza mediante una escalera, y desde las habitaciones se contemplan unas preciosas vistas a la montaña. Entre los servicios adicionales del hotel destaca el desayuno bufé que se sirve a diario, y que incluye cereales, yogures, zumos de fruta, bebidas calientes, mermeladas elaboradas en la localidad, pan casero fresco, carne, queso y macedonia. El hotel también cuenta con un restaurante de buena calidad, cuya carta incluye platos preparados con productos frescos de temporada. En su servicio de bar ofrece una extensa carta de vinos. Los huéspedes pueden disfrutar de la acogedora terraza del Hotel Auberge Edelweiss, desde donde se aprecian unas vistas panorámicas maravillosas, del salón con chimenea y, además, pueden participar en las actividades que organiza el establecimiento, entre las cuales se cuentan las catas de vinos. En este acogedor hotel, además, se puede disfrutar de terapias de wellness y masajes, utilizar Wifi y acceder al sauna. Además hay guardaesquís, lugar para guardar bicicletas y venta de forfaits.

Ubicación

Rodeado por un entorno idílico, el Hotel Auberge Edelweiss está situado en el corazón de La Grave, una preciosa villa medieval enclavada a los pies del macizo de la Meije. Las empinadas calles del pueblo, flanqueadas por varios edificios con historia, conducen a su zona más alta, que aparece coronada por dos atractivas construcciones religiosas, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la capilla de los Penitentes Blancos. En los accesos a La Grave tiene salida el teleférico que conduce a los glaciares de la Meije, mediante el cual es posible llegar al glaciar de la Girose. Su altitud de 3200 metros permite contemplar unas vistas maravillosas, y durante el verano se puede visitar una cueva de hielo. Durante una estancia en el hotel es casi una obligación probar el queso, las mermeladas y las carnes curadas que se producen en la localidad. A 10 kilómetros del pueblo se localiza Col de Lautaret.