Isla de Pascua
La Isla de Pascua es conocida con el nombre de Rapa Nui en su idioma original. No obstante, esta isla del Océano, perteneciente a Chile, es más reconocible con la toponimia de Isla de Pascua desde que el navegante holandés Jakob Roggeveen la “descubrió” en 1722 un Domingo de Pascua y decidió bautizarla así. Es un destino muy apreciado tanto por su paisaje natural como por su cultura autóctona, los rapanui, de la que nos han llegado sus famosas estatuas de cabezas de grandes dimensiones, conocidas como moai, que siempre han levantado un gran misterio, y que son Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO desde 1995.
Además de acercarse hasta los moáis, la Isla de Pascua esconde un gran número de yacimientos arqueológicos que merece la pena visitar durante nuestra estancia en la isla. Así hay que prepararse para conocer mejor esta antigua civilización para acercarnos a sus creencias y a su sistema de organización. Hay que descubrir lugares como el volcán Rano Raraku, cantera de donde se sacaba la piedra para elaborar los moai. Este volcán ofrece un paraje digno de ver. Se puede hacer una ruta de trekking para alcanzar lo más alto y allí, desde el mirador, observar la grandeza del cráter. Un moai que no hay que perderse es el de Te Tokanga, el más grande del mundo. Mide un total de 22 metros, pesando 200 toneladas. Está en la ladera del Rano Raraku e impresiona, ya que parece que una vez hecho no lo pudieron mover de allí. Una imagen que querréis fotografiar, o por lo menos guardar en vuestra memoria, es el atardecer en el complejo ceremonial de Tahai. Con las estatuas sobre el horizonte, podréis disfrutar de la combinación del sol, el océano Pacífico y la piedra de las estatuas.
Diferente es la aldea ceremonial de Orongo, en la que tenía lugar una ceremonia primordial para elegir al Tangata Manu. En el interior de las casas hay representaciones sobre las piedras, relacionadas con el hombre-pájaro, ser mitológico de la cultura de la isla. Lo que allí se realizaba inspira la actual fiesta del Tapati Rapa Nui, un festival cultural folclórico que se celebra durante las dos primeras semanas del mes de febrero cada año. Hay representaciones, competiciones deportivas tradicionales, competiciones gastronómicas, tenderetes de artesanía rapanui y mucho más. Es un festival que atrae a un gran número de viajeros, por lo que si se quiere viajar en esta época, se recomienda reservar hotel con tiempo.
En la isla de Pascua su patrimonio arqueológico se une a sus paisajes y playas. Si se busca combinar ambos, una buena opción es ir hasta Ahu Nau Nau, un arenal blanco de aguas turquesas que la mano del hombre ha hecho que aún sea más bonito contemplarlo. Esta pequeña bahía es tranquila y aquí se localiza la playa de Anakena, la más conocida de toda la isla de Pascua por su belleza. Rodeada de palmeras cocoteras es un punto para descansar y relajarse entre tanto vestigio arqueológico. Otra playa con renombre es la de Ovahe, de un curioso color rosa. Es una playa a la que el acceso no es muy sencillo, por eso ha conservado su estado natural. Tanto es así, que no es apta para el baño, por lo que hay que respetar esta prohibición. Eso sí, sí que se puede tomar el sol.
En la isla de Pascua también hay ciudades. La capital de la isla es Hanga Roa, donde vive la mayor parte de la población y donde están las principales actividades económicas y servicios de la isla.
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