Corfú
Corfú es la más popular de las islas griegas jónicas y, además, la más distinta. Junto a los mantos verdes, los olivos y los cipreses que caracterizan este archipiélago incluye la presencia perturbadora del monte Pantocrátoras. La abundancia de casas atractivas, iglesias bizantinas, templos clásicos y fuertes venecianos en ruinas le confieren ese carácter diferencial que la hace única.
Esta isla es ideal para encontrarse a uno mismo, vivir un romance apasionado y desconectar completamente de los problemas diarios. No en vano ha estado vinculada a personajes tan célebres como Ulises —que fue proclamado rey de Ítaca—, Aristóteles Onassis —se casó muy cerca con Jackie Kennedy—, Sissi Emperatriz y el kaiser alemán Guillermo II.
Qué ver en Corfú
Kerkyra es la capital de la isla y el punto de partida inicial de cualquier visita turística. Ofrece atractivas rutas monumentales que permiten admirar fortificaciones, acrópolis, monasterios, fortalezas y basílicas imponentes. San Espiridon y Paleópolis son excelentes ejemplos. El museo Bizantino, situado en la iglesia de la Virgen Antivouniotissa, el Ayuntamiento de época veneciana y la Esplanada, el auténtico corazón de la ciudad y antigua plaza de armas veneciana, son escenarios de otra época con una belleza e hipnotismo proverbiales.
Qué hacer en Corfú
Tomar un ferry para desplazarse hasta la isla del Ratón, también llamada Pondikonisi, es una elección muy acertada. Su coqueta y diminuta ermita del siglo XIII proporciona fotos memorables de las cuales presumir en las redes sociales.
Comer en una típica taberna marinera, preferentemente en el norte de la isla, y probar las tradicionales ensaladas griegas resulta imprescindible. Por esta zona no resulta difícil encontrar playas recónditas y relajadas, como Avlaki, en las que incluso se puede hacer noche con total tranquilidad.
Sidari y su famoso Canal del Amor, construido con rocas por la naturaleza, el castillo bizantino Angelokastro, Palaiokastritsa y Liapades conforman paradas fabulosas de una ruta paisajística que nadie debe perderse. También Chlomos, Lefkimi, las playas de Bouka y Chalikounas y el lago Korission, al sur, deben convertirse en destinos visitados. Y es que lo mejor que se puede hacer en Corfú es explorar sus idílicos paisajes.
Dónde dormir
Tanto quien busca un hostal acogedor de estilo autóctono como un hotel resort de esencia continental pueden encontrar en esta isla lo que buscan. El alojamiento no suele ser problema, excepto en la temporada alta si no se ha reservado con antelación. Los hay de todo tipo y de variadas categorías en todos los rincones de esta tierra.
Transporte
La mayoría de los visitantes llegan en barco hasta Corfú, concretamente al Puerto Nuevo, que está ligeramente desplazado del casco histórico. Existe un servicio gratuito de shuttle bus que evita el correspondiente paseo de quince minutos tras la llegada.
Una vez aquí, los taxis funcionan bien y existen estaciones de autobuses con los que se puede viajar hasta los principales atractivos turísticos. Alquilar un coche es una opción, asimismo, interesante, pues resulta económica y el tráfico y la señalización son impecables.
Otros datos de interés
Uno de los elementos más arraigados en las costumbres locales es la Mikro ýpno, que se realiza de tres a cinco de la tarde. Este periodo de siesta debe respetarse en el mayor de los silencios, porque los lugareños no dudan en avisar a la policía en caso contrario. El atuendo casual y deportivo es el mejor para moverse por esta isla, eso sí, extremando la protección solar, muy especialmente en el verano.
La mejor época para visitar Corfú es entre abril y octubre. Su clima es evidentemente mediterráneo, con veranos cálidos, soleados y sin precipitaciones, e inviernos frescos, húmedos, con temperaturas que rondan los 15 ºC.
Qué ver o hacer en Corfú y alrededores
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