Bari

Con el nombre de Bari se conoce a una ciudad de Italia situada en la costa del mar Adriático. Un lugar que ha sabido mantener su esencia tradicional mientras daba paso a una ciudad contemporánea y moderna, donde los contrastes de paisajes le otorgan su particular belleza.

Bari fue fundada por los peucetius y tuvo su época más importante durante la época romana quienes al ver su estratégica situación, ideal para los tráficos comerciales, le dieron la importancia que se merecía. Fue durante la época musulmana cuando se estableció en la ciudad un emirato.

Un lugar emblemático de esta ciudad italiana es su catedral, conocida como catedral de San Sabino. Se encuentra en la Piazza Odigitria y data de los siglos XII y XIII ocupando los restos de un templo anterior. Su nombre se debe a que en ella descansaban los restos de San Sabino, un antiguo Obispo de Canosa. En el año 1156 la catedral fue saqueada y destruida para ser posteriormente reconstruida en el año 1170. Su fachada y su cripta son de estilo románico y otorgan al edificio una personalidad única. Su fachada es considerada como una de las mejores demostraciones del románico de esta región de Italia. En el subsuelo de la catedral se encuentra un museo donde pueden contemplarse restos arqueológicos procedentes de diversas épocas de la historia.

Otro de los puntos de gran interés turístico de esta ciudad italiana es el Castillo Normando-Suevo, la construcción más antigua de Bari. Inicialmente el castillo fue construido en el año 1130. Las revueltas de esa época por parte de los bizantinos destruyeron el castillo que fue reconstruido en el año 1233 por orden de Federico II y que es el castillo que se puede contemplar actualmente. A lo largo de la historia diversos monarcas decidieron ocuparse de esta construcción añadiendo y reformando algunas de sus partes, aunque en general se conserva bastante fiel a su estructura original.

Una de las actividades más gratificantes que pueden realizarse durante la estancia en Bari es dar un paseo por su casco antiguo. Allí se encuentra la iglesia de San Marco una construcción del siglo XII de la mano de los benedictinos a la que puede accederse desde la calle delle Crociate. Cerca de esta iglesia se encuentra la iglesia de San Gregorio de estilo románico, una iglesia que destaca por sus ventanas y por la belleza de sus columnas interiores.

Continuando con el paseo por el casco antiguo se puede llegar a la iglesia de San Giovanni Crisostomo donde hoy día tienen lugar las celebraciones de ceremonias ortodoxas y cuya fachada muestra vestigios de un arco gótico. En su interior se encuentra una losa de mármol del siglo XI donde se puede contemplar un león alado y un gripo.

En las inmediaciones de la ciudad pueden encontrarse atractivos naturales únicos. Uno de ellos son las cuevas de Castellana las más grandes descubiertas en Italia y en cuya entrada hay un abismo de una profundidad aproximada de 60 metros. Hoy día estas cuevas se han habilitado para realizar excursiones gracias a los puentes y a la iluminación con las que han sido dotadas.

La oferta de alojamiento en Bari es muy amplia. Puede encontrarse un hotel situado en el casco antiguo de la ciudad, una opción muy interesante que facilita en gran medida los desplazamientos que se lleven a cabo durante la estancia. Otra opción disponible es un hostal o una casa rural situada en las proximidades de la ciudad donde la estancia adquiere una esencia mucho más natural.

Existen diversas opciones para realizar el trayecto desde el aeropuerto al centro de la ciudad. Existen diversas líneas de autobús que llevan a cabo este desplazamiento. También se puede optar por el tren. Otra opción es hacer uso de un taxi o utilizar un vehículo de alquiler.

La ciudad cuenta con un sistema de autobuses que hacen muy sencillo llegar a los distintos puntos de interés turístico que posee.

Una de las actividades que pueden realizarse con toda la familia durante la estancia en esta zona de Italia es la visita a sus Jardines Botánicos, un museo vivo dirigido por la Universidad de Bari donde pueden contemplarse una colección de plantas de todo el mundo.