Nápoles, o la vieja capital italiana de los Borbo
Hasta hace poco tiempo eran muy pocos, poquísimos, los viajes organizados por Italia que bajaban más debajo de Roma, que se llegaban hasta Nápoles. Ahora, aparte de los cruceros que hacen escala en la ciudad para breve visita, baja alguno… pero sigue siendo este viaje para viajeros independientes. ¿Lo eres?
Ciudad barroca y mediterránea, a Nápoles hay que venir a pasearse por sus calles, a impregnarse de las voces, los rostros, los aromas, las músicas… en definitiva, de la vida de una ciudad que, a pesar de la aparente y romántica decadencia en la que parecen vivir sus calles, plazas, edificios, está inmensamente viva. Eso si, que nadie espere hallar en Nápoles la Italia que ha encontrado en Florencia, Roma o Milán. Nápoles es otra cosa, Nápoles es ese caos, ese abigarramiento que enmarca su bahía entre edificios rojos y ocres.
Cuando uno pone un pie en Nápoles, en seguida se da cuenta de que éste es territorio de vida popular, de esa picardía que nos es tan común a las culturas mediterráneas… y que en Nápoles alcanza categoría de maestría.
En este rincón del Mediterráneo, justo en el lugar en el que, según la leyenda, el mar lanzó el cuerpo inerte de Parténope (la sirena enamorada a cuyo canto se resistió Ulises amarrado al mástil de su barco), los griegos fundaron esa ciudad en la que hoy, los tendales repletos de ropa a secar comparten espacio urbano con abigarradas callejas, con viejos palacios, antiguas iglesias… tras cuyos ajados muros se esconden maravillas como el claustro de azulejos de Santa Chiara o el ábside paleocristiano de San Giorgio Maggiore.
Caminando por el centro de la ciudad, por la zona de los cuarteles españoles, así llamada por ser la zona en la que vivían los soldados y cortesanos hispanos cuando Nápoles formaba parte de la Corona de España, el viajero descubrirá una ciudad de calles estrechas de las que aún no se ha borrado –muy al contrario- el trazado greco-romano. Es esta zona en la que, en realidad como en el resto de la ciudad, los napolitanos hablan a gritos de un balcón a otro (más de lo que estamos acostumbrados por estos lares españoles nuestros, que ya es decir). Además, aquí y allá, en pequeñas hornacinas y capillas, abiertas en fachadas y esquinazos, la constante presencia de vírgenes y santos (en figura) hablan de la devota y profunda religiosidad de los nativos.
Explorando el centro de Nápoles, el viajero va descubriendo deliciosos rincones urbanos como la Piazza San Domenico Maggiore, con su basílica y sus cuatro palacios; mansiones barrocas y florentinas reconvertidas en lujosos hoteles; un puñado de cafés literarios frente al monasterio de Sant\'Antoni; los artesanos belenistas y obradores de máscaras en Via San Gregorio Armeno; la barriada de pescadores de Mergellina… o Via Toledo, la misma que Stendhal, en su visita a la ciudad, definió como la más poblada y alegre del universo.
¿Ha abierto el apetito el paseo? Bueno, pues como se supone que la hora irá invitando a regalarse un merienda cena, será tiempo ya de acercarse al entorno de Piazza dei Martiri. Allí, en los muchos bares y rosticerías, el visitante compartirá ambiente con los napolitanos que, a esas horas, acostumbrar salir a la calle a tomar unos aperitivos (aperitivi, dicen ellos) por unos seis euros: un vino o cóctel con degustación libre de ensaladas, pizza, mozzarella frita o arancini, las populares bolas de arroz. Buon appetito… mientras el cono del Vesubio allá, a lo lejos, vigila.
DATOS PRÁCTICOS
http://turismo.org/napoles/
Qué ver o hacer en Nápoles y alrededores
Víctor,
Nápoles (Napoles)
Ciudad súper bonita
Muy muy bonito Nápoles, la zona del Puerto la más bonita de todas.
Ignacio,
Nápoles (Napoles)
Muy Especial
Nápoles no es un destino para todos los gustos, lo que si es seguro es que no dejará indiferente a nadie. Puedes amarla locamente o detestarla. Pero es indudable su carácter único, especial y desde luego es el punto de partida para lugares impresionantes alrededor de la Bahía de Nápoles (Pompeya Herculano, Costa Amalfitana, Capri, Ischia, Procida, Casarte...). Es una ciudad con muchísimo patrimonio, buena gastronomía, rica historia y una identidad muy fuerte y muchas, muchas pintadas y graffiti que para algunos son los que la hacen increíble y para otros serán los que la hace insufrible,
Jesús,
Nápoles (Napoles)
Ciudad bastante monumental, pero poco cuidada, en cuanto a conservación y limpieza. Hay que tener mucho cuidado con los servicios que se contratan, por cuanto a la mínima tratan de engañarte en el precio. Por lo demás, ciudad bastante bonita.
Isabel,
Nápoles (Napoles)
Casco histórico, iglesias preciosas, calles interesantes, barrios ricos pobre con contrastes, vistas vesubio, castillos preciosos, fonicular comida exquisita, aperil spitz
Maria,
Nápoles (Napoles)
Ciudad muy interesante dónde se necesitan tres dias para visitar. Muchas iglesias. La calle de los belenes, muy interesante. Ciudad sucia y deteriorada, pero es parte de su encanto. Demasiado turismo, en agosto.
Rosa,
Nápoles (Napoles)
Napoles urbano
Ciudad sucia y deterioro en el barrio antiguo. Dedicada a Maradona. Esta en cada rincon. Con mucho encanto
Nuria,
Nápoles (Napoles)
Nápoles
Nápoles se ve en pocos días, fuimos 2 días y prácticamente nos dimos por satisfechos. Hay que llevar cuidado con los carteristas, ya que el metro está lleno y las calles dan un poco de miedo... También llevar cuidado con las estafas, pues el primer día que salimos a comer después de una excursión al Vesubio nos cobraron 47€ por comer un plato de pasta y una pizza... COMO CONSEJO LEER LAS RESEÑAS DE LOS RESTAURANTES Y PREGUNTAR LOS PRECIOS DE TODO!! No está mal la ciudad, pero la verdad que no volvería
Cristina,
Nápoles (Napoles)
Ciudad con mucho carácter
Nápoles te atrapa, es una ciudad tan distinta que no te deja indiferente, o la odias o la llevas contigo. En mi caso me gustó, eses contrastes la hacen ser muy auténtica, no viven cara el turista, si bien hay calles que son turísticas y muy enfocadas, pero una vez te sales de esas calles ves que es una ciudad con mucha vida y que funciona a su ritmo, caótico pero a la vez sincronizado. Recomiendo pasearla y saborearla, comerte una pizza, las mejores sin duda, una sfogliatella y admirar la decoración futbolística que está por todas partes, como si el Vesubio hubiese vomitado azúl y blanco.
María,
Nápoles (Napoles)
Maradona
Escapada a Nápoles de un día desde Roma. Compré los billetes en España bien de precio y viaje agradable con asientos numerados. Por la mañana hicimos un tour a Pompeya. Te recogen frente a la estación y te dejan allí. Pompeya es impresionante y la explicación de la guía muy adecuada pero hace mucho calor en verano. Estuve hace 9 años y juré no volver en verano y lo he vuelto a hacer por deseo de mi hijo y fue igual que lo recordaba. La vuelta fue a las 2 y algo de la tarde así que comimos cerca de la estación en el restaurante I Sapori di Parthenope. Pedimos unos spaghetti con almejas impresionantes, una fritura muy buena pero la pizza no se pasaba. Por la tarde fuimos en metro (parada Campi Fiegrei) desde la estación al Estadio Maradona ya que mi hijo es un forofo del fútbol. El estadio estaba abierto y pudimos entrar a verlo y hacernos fotos sin pagar. Volvimos q coger el metro hasta la estación de tren y de ahí otra línea al centro. Bajamos en la parada Municipio y subimos al altar de Maradona en pleno barrio Español. Si cruzar un paso de peatones en Roma es peligroso, esta experiencia lo superó. Una cuesta adoquinada llena de gente con motos en las que iban 3 o 4 personas sin casco a toda velocidad a un palmo tuyo y por supuesto sin ningún policía para controlar. No pasas miedo de que te roben porque hay mucha gente pero tampoco porque el miedo a que te pisen lo supera.
Oscar,
Nápoles (Napoles)
Una ciudad con muchas opciones
Es una ciudad que es muy característica y de contrastes con una afición increíble al fútbol. Tienes buena comunicación para ir a Pompeya, Herculano, Capri y la costa amalfitana entre otras muchos lugares importantes de ver una vez en la vida al menos.
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