Plaza Navona

Siempre llena de vida, gracias al ir y venir de viajeros y locales y a las terrazas, donde es posible detenerse a disfrutar de un café o a comer, la Plaza Navona (Piazza Navona) es una de las más famosas de Roma. En el predio que ocupa tuvo su sede el estadio de atletismo Circus Agonalis, que se construyó en el año 85 d. C. por voluntad del emperador Diocleciano. Por eso, la plaza tiene su característica forma rectangular. Se trata de un punto de visita obligada, cuyos detalles invitan a ser contemplados con detenimiento, y que presume del arte excepcional de Bernini y Giacomo della Porta.

Dónde se encuentra la Plaza Navona

Esta hermosa plaza se encuentra en el barrio Parione, que se extiende al sur del exclusivo distrito Campo Marzio, en la margen derecha del río Tíber. Pertenece al Municipio I de Roma y es parte del centro histórico de la ciudad, repleto de tesoros arquitectónicos y rincones fascinantes. Cruzando el río, a menos de 2 kilómetros de la plaza, se ubica Ciudad del Vaticano, que limita con el Municipio I.

La belleza barroca de Plaza Navona

La estructura actual de la plaza fue construida en el siglo XVII, durante la época barroca, por voluntad del papa Inocencio X Pamphili. El sumo sacerdote tenía su palacio familiar sobre esta plaza, edificio parcialmente ocupado hoy por la embajada de Brasil. Por eso, su intención fue convertirla en la plaza más espectacular de Roma. En el punto central se descubre la más importante y famosa de las tres fuentes que alberga la plaza, en concreto, la Fuente de los Cuatro Ríos o Fontana dei Quattro Fiumi. Esta obra fue esculpida por Bernini alrededor del año 1652. Dispone de cuatro estatuas, representativas de los ríos Nilo, Danubio, Ganges y el Río de la Plata. En su centro se eleva un obelisco de 16 metros de altura que había pertenecido al Circo de Majencio.

Qué detalles observar en esta emblemática plaza

A ambos lados de la Fuente de los Cuatro Ríos hay otras dos fuentes menores. Situada al sur se encuentra la Fontana del Moro, creada por Giacomo della Porta y perfeccionada posteriormente por Bernini, quien le añadió los delfines. Al norte de la fuente central se aprecia la Fontana de Neptuno, también esculpida por Giacomo della Porta y finalizada recién en 1873 por Gregorio Zappalà y Antonio Della Bitta. Cabe señalar que en la parte trasera del edificio que da a la plaza por el flanco norte se puede encontrar una zona subterránea arqueológica, donde se aprecian restos del antiguo estadio de Diocleciano.

Qué hacer en Plaza Navona

Frente a la fuente central de la plaza se puede visitar la iglesia de Santa Inés de la Agonía, erigida en el siglo XVII para ser la capilla del palacio Pamphili. También dan a la plaza el Palacio Torres, la iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, el palacio Cupis y el palacio Braschi, un edificio del siglo XVIII que alberga el Museo de Roma. En la plaza siempre hay artistas callejeros realizando retratos estupendos. Cabe destacar que, durante la época navideña, la plaza se llena de color, puesto que allí se monta el Mercado de la Befana.

Opciones de alojamiento próximos a Plaza Navona

La plaza está rodeada por un destacado conjunto de hoteles de 3, 4 y 5 estrellas. Algunos de ellos distribuyen sus instalaciones en edificios llenos de historia y arte, que han sido dotados de todas las comodidades contemporáneas. Hay, incluso, alojamientos sofisticados, que hasta pueden albergar un museo, disponer de spa, o funcionar dentro del mismo palacio Pamphili. La mayoría de estos hoteles sirven los desayunos y brindan acceso a conexión Wifi. Algo más alejados de la plaza, aunque a poca distancia, hay varias opciones de apartamentos completamente equipados, y también hostales y hoteles de 2 estrellas con todas las comodidades necesarias para descansar bien durante una estancia en la ciudad.

Otros datos útiles para preparar la visita

Se puede llegar a la Plaza Navona en la línea de metro A, y su parada más cercana es Spagna. Las líneas de autobuses que pasan por este lugar son 40, 62, 64, 492, 571 y 916. Desde la estación de Termini es posible llegar andando mediante un interesante paseo de 30 minutos a pie. A la hora de comer, merendar, tomar un aperitivo o cenar, es posible disfrutar de las terrazas de los restaurantes con distintos tipos de propuestas gastronómicas, cafeterías, pizzerías y heladerías que flanquean la plaza. En los alrededores se despliegan las estrechas callejuelas de la Roma medieval, y en ellas se descubren encantadores restaurantes casi escondidos. En estos establecimientos se pueden saborear deliciosos antipasti, pastas, platos de carne y/o vegetales y postres, además de buenos vinos, en medio de una atmósfera especial.