La iglesia de la Inmaculada Concepción
Intramuros, las paredes y techos de la cripta del templo esperan al visitante decoradas con los huesos de cuatro mil monjes y ciento cuarenta y seis nobles, de los cuales, doce lucieron corona de emperador en sus testas y, diecinueve otras, diadema de emperatriz o reina.
Minuciosamente agrupados los huecos (aquí las calaveras; allá los fémures; más allá los húmeros…) este lugar es conocido como la cripta de los capuchinos (las calaveras o de las tibias) por contener hasta esqueletos completos momificados apoyados en la pared o sentados en nichos.
Comenzado a construirse en el año 1626 y completado en 1870 –la iglesia que hay encima es del siglo XVII-, este monumento artístico a la muerte es una sucesión de estrellas, flores, cruces arcos y figuras geométricas varias que, colocados en el espacio de seis criptas, resulta impactante y altamente recomendable….siempre que no sea en exceso sensible.