Museo Nazionale di Villa Giulia
Ubicado en Villa Giulia, una casa de veraneo construida a mediados del siglo XVI para el Papa Julio III, en lo que hoy es un tranquilo barrio de Roma, a dos pasos del río Tiber, el lugar es una auténtica delicia para los sentidos. Aquí es donde el viajero pasará tres o cuatro horas disfrutando de un espléndido edificio y de una soberbia colección, la mejor dedicada al arte etrusco existente en el mundo.
Nada más llegar, los espectaculares jardines que rodean a la villa ofrecen una gran oportunidad para sentarse, dejar pasar el tiempo y disfrutar entre azulejos, mosaicos y murales, la reconstrucción de un templo etrusco. Cuando el viajero entre en el interior del museo –no se permite sacar fotos- lo que encontrará será una colección sorprendente, con muchas piezas que, a buen seguro, ya conocerá por haberlas visto antes en libros de Historia, manuales de Arte, programas de televisión…Seguramente la parte más interesante del museo (lo que ya es mucho decir) es aquella dedicada al idioma etrusco. Aquí descubrirá el viajero, por vez primera (puesto que no existe nada similar en otro lugar), objetos relacionados con los etruscos, ese pueblo que antaño vivió en La Toscana (Italia) y que fue germen del Imperio Romano que después vendría a dominar el Mediterráneo.