​Isla de Elba

​La isla de Elba, situada a tan solo 50 kilómetros de Córcega, se encuentra en el archipiélago Toscano, al oeste de Italia. Es de origen volcánico, posee una gran variedad geológica y su pico más alto, el monte Capanne, se ubica a unos 1.000 metros. La capital de la ínsula es Portoferraio, utilizada como puerto para exportación de hierro y que en la actualidad luce unas impresionantes murallas que datan del Renacimiento. Se sabe que son numerosas las civilizaciones que se asentaron en Elba como etruscos, cartagineses, griegos o romanos. Fueron estos últimos los que tomaron el control del territorio y también de sus distintas riquezas naturales. A partir del siglo XVII fue ocupado por militares franceses y españoles, hasta que en el siglo XIX pasó a formar parte del Reino de Italia. Las características únicas de la localidad se ven reflejadas en el arte, la arquitectura y la gastronomía, entre otras.

Los visitantes que viajen a Portoferraio descubrirán una ciudad con encanto que ofrece un impresionante casco histórico que conduce a las fortalezas de Forte Stella y Forte Falcone, con lugares tan interesantes como Villa dei Mulini. Desde la plaza central se llega con facilidad a la Scalinata Medici y a la iglesia de la Misericordia. Uno de los espacios más populares de la región es el puerto, con tiendas y restaurantes especializados. El promontorio de las cuevas, con ruinas romanas, se convierte en un rincón de visita obligada así como la localidad de Magazzini, que alberga la increíble iglesia de Santo Stefano alle Trane. Los turistas tienen la posibilidad de recorrer cualquiera de los ochos municipios en los que se divide la isla de Elba. En Marciana hay museos, ruinas romanas y espacios que proporcionan unas magníficas vistas de la costa y en Porto Azzurro se sitúa un pueblo de origen español que ofrece varios monumentos históricos.

Las playas de la isla de Elba son un auténtico paraíso con más de 100 kilómetros de litoral y con aguas de color turquesa. Hay playas de piedra, de arena dorada y de arena negra y las más populares son las pertenecientes al golfo de Biodola, las de Marina dei Campo y las de Lacona. Asimismo, se pueden realizar varias rutas por la isla a pie o en bicicleta. La mayoría de senderos son de fácil acceso y en algunos puntos del camino se puede disfrutar de unas impresionantes vistas. Los amantes del buceo o el snorkel disponen de aguas cristalinas en las playas de Samson y Sorgente. También es recomendable hacer rafting, barranquismo o disfrutar de rutas por las distintas bodegas y viñedos.

En la isla de Elba es posible descubrir diferentes tipos de alojamientos que incluyen hoteles, hostales, apartamentos familiares o villas. Un gran número de establecimientos hoteleros se emplaza en la capital de la isla, Portoferraio. No obstante, dependiendo de las actividades que quieran llevarse a cabo, se pueden encontrar alojamientos junto a la playa, en lugares para practicar agroturismo y en espacios con vistas, perfectos para la relajación.

Los visitantes que deseen moverse por la isla de Elba con total libertad pueden optar por alquilar un automóvil. No obstante, la red de autobuses públicos que comunica las diversas localidades funciona perfectamente, ofreciendo a sus usuarios diversos horarios y paradas clave. A la isla italiana se puede llegar en avión o en ferry. El aeropuerto de Marina di Campo opera de manera regular los meses de verano y la estación de ferry se sitúa en la localidad de Piombo Marittima.

El idioma utilizado en las distintas localidades de la isla es el italiano y la moneda de uso legal es el euro. El clima es el mismo que en toda la región de la Toscana, inviernos fríos y veranos calurosos. La gastronomía de la isla combina elementos de las diversas culturas que han pasado por ella y predominan los platos elaborados con pescado y verdura que pueden acompañarse con vinos de la zona.