Lucca, la joya secreta de la Toscana

Son tantas las joyas a descubrir en La Toscana (Italia) que, sobretodo teniendo poco tiempo para la visita, podría ser tenido casi cómo algo casi normal dejarse algo sin conocer, sin visitar. O si no… ¿Cuántos de los que han visitado Florencia se han acercado a Lucca? Queda cerca, a medio camino entre Florencia y Pisa, pero, seguramente, el tiempo no ha dado para esa escapada. Y habrá sido una pena, puesto que es ésta una pequeña localidad cuajada de belleza, historia y emoción.

Y es cuando, se habla de lugar con encanto se está definiendo a lugares como esta pequeña ciudad, bella no sólo en sus increíbles templos medievales –la catedral, la basílica San Frediano, la Torre del Reloj…-, sino en la muestra, por ejemplo, del singular mestizaje entre su muralla renacentista y su casco medieval, de atmósfera tranquila y edificio de piedra bien tallada. Tan sólo, de tanto en tanto, algún ciclista o caminante atraviesa la quietud de sus callejas.

Localidad natal del músico Giacomo Puccini –la casa en la que nació es una interesante casa museo-, en Lucca todos los pasos acaban concluyendo en la principal calle comercial de la ciudad (en realidad, la única): Via Fillungo. Enseguida se nota que es ésta la artería principal de Lucca. Travesía que va de norte a sur (o de sur a norte, según se prefiera), en Via Fillungo las tiendas elegantes pueblan las dos aceras de la calle. También abundan aquí, lo mismo que en las calles adyacentes, restaurantes y cafés sumamente apetecibles… como, por ejemplo, el refinado “Caffè Di Simo”, al que Giacomo Puccini solía ir a cenar con sus amigos o, incluso, a mantener una tertulia delante de una buena taza de café.

No lejos queda Piazza del Mercato, quizás el espacio urbano más fotografiado de toda Lucca. Bulliciosa –dentro de un orden- a cualquier hora del día, en esta plaza se alzó, en su día, un anfiteatro romano. Hoy aquí se instala, cada semana, un pintoresco mercadillo.