Pirineo francés

Compite en atraer turismo con los Alpes franceses, sin embargo, poco tiene que envidiar. El Pirineo francés es un destino de primer nivel, en el cual se encuentran 40 estaciones de esquí alpino, así como casi 2000 kilómetros de pistas para esquí nórdico. Además, sus actividades se completan el resto del año con la realización de deportes de aventura para los más arriesgados y ofertas más calmadas para familias o deportistas amateurs. Su atractivo se amplía con pueblos pintorescos, tradiciones de montaña, aguas termales y espacios naturales como el Parque Nacional de los Pirineos. La vertiente francesa de los Pirineos corre desde el Mediterráneo hasta el Atlántico a través de 430 kilómetros. Su punto más alto es el Pico Vignemale, que asciende hasta los 3.298 metros de altura. Es la segunda cordillera más alta de Francia, después de Los Alpes. En su territorio, en la zona central de los Pirineos, se sitúa el Parque Nacional de los Pirineos, que esconde lugares tan espectaculares como el Cirque de Gavarnie, descrito por el mismo Víctor Hugo. En dicho parque se encuentran los últimos ejemplares de oso pirenaico, que deambulan por los valles de Aspe y Ossau. Uno de los grandes atractivos de los Pirineos franceses es el esquí y los deportes de invierno. Sus estaciones están menos transitadas que las de los Alpes, por lo que esquiar aquí es mucho más tranquilo. Destacan lugares como la Station Ax 3 Domaines, Saint-Lary Soulan, Barèges-La Mongie, Font Romeu, Gourette, Luz-Ardiden, Luchon-Superbagnères o Cauterets-Pont d'Espagne, entre otras muchas. Presentan pistas de todos los niveles y la calidad de la nieve suele ser buena.

El Pirineo francés ofrece un gran abanico de posibilidades para alojarse. Se puede encontrar hotel o apartamentos en zonas como los Pirineos atlánticos, Pirineos orientales, altos Pirineos, Alto Garona o Arieja, sin problemas. Los establecimientos hoteleros suelen estar adaptados para los meses de invierno y se encuentran cerca de las pistas de esquí.