Un púlpito en los fiordos noruegos

¿Recomendaciones antes de ponerse a caminar? estar en una forma física aceptable, pues son más de dos horas de camino empinado de ida –y, aproximadamente hora y media de descenso- y no tener vértigo, puesto que, al final del camino, lo que quedarán serán seiscientos cuatro metros de caída vertical. Ah… y otro consejo. Al comienzo del camino, hay un área de servicio donde conviene llenar la cantimplora.

Caminando por senderos y dejando atrás bellos parajes, que incluyen lagos, el viajero encontrará personas de todas edades y procedencias, lo que indica que este camino es apto para muchos… aunque la subida tiene su dificultad, por mucho que, incluso familias con niños, lo completen.

Cercano a las localidades de Jørpeland y Oanes –y con Stavanger como ciudad importante más cercana-, este lugar, creado por glaciares, está estupendamente preservado y la mayor afluencia de público se da, evidentemente, en los meses de verano. Todos vienen atraídos por lo que arriba espera: una meseta, con forma de saliente, de unos veinticinco metros cuadrados por veinticinco metros cuadrados. La saliente es medida cada año y no presenta mayores variaciones con el paso de los años. Sin embargo, desde el punto de vista geológico, algún día el púlpito cederá y caerá al fiordo… aunque no parece probable que sea precisamente hoy.