Wellington

No todo en Nueva Zelanda son paisajes. Si no que se lo digan a quienes visitan Wellington, la capital del país, una ciudad moderna en la que merece hacer un alto en el camino si vamos a hacer un tour por este país de nuestras antípodas. Wellington se localiza al sur de la isla norte del país, en la bahía de Port Nicholson, un paisaje natural que crea un ambiente que se completa con la arquitectura de Wellington y las montañas verdes que la rodean.

Además de ser la capital administrativa del país, donde se localiza la sede del Gobierno y del Parlamento, Wellington es la sede cultural de este estado de Oceanía, por lo que tiene mucho que ofrecer a quienes la visitan ya sea en forma de museo, de musical o de concierto. Uno de los museos más conocidos es el Museo Te Papa, un centro innovador e interactivo sobre la historia y el arte de Nueva Zelanda que no deja indiferente a nadie por su apuesta expositiva. También muy interesante es la visita al Observatorio Carter, situado en los jardines botánicos, allí se conocerá no solo la mitología maorí unida a las estrellas, sino que se podrá mirar a través de un gran telescopio. Otra actividad que gustará a los amantes del cine es la ruta del Señor de los Anillos, que se puede hacer en Wellington. Esta es la ciudad natal de Peter Jackson, director de la trilogía y del Hobbit, y por ello existen distintas experiencias para conocer cómo se rodaron las películas visitando espacios como el Taller de Weta y la Cueva de Weta. Desde allí se organizan también tours diarios a los paisajes de la Tierra Media. De hecho, mucha gente conoce a Wellington con el apodo cariñoso de “Wellywood” porque hay más opciones de turismo de cine relacionadas con otras películas rodadas en la zona como Avatar o Las Aventuras de Tintín, entre otras. A todo ello hay que añadir que Wellington es considerada como una de las ciudades del mundo con más restaurantes por persona. Por eso no hay que dejar de pasear por las calles de Cubra Street y de Courtenay Place para descubrir las recetas de cocina étnica y contemporánea.

Otro punto fuerte de Wellington es su naturaleza. Un lugar desde donde observarla es desde un histórico funicular, que parte desde el mismo centro para ascender hasta el jardín botánico. Desde allí se ve la ciudad y el puerto. Igualmente hay otros espacios de gran interés como Zealandia, The Karori Sanctuary Experience, con especies exóticas de Nueva Zelanda; el Zoo de Wellington; la costa, que se puede observar desde un barco que parte desde el puerto, o el Makara Peak, un parque ideal para aquellos quieren practicar ciclismo en un paisaje único. Para los que busquen playa pueden ir hasta la impresionante reserva natural de la isla Kapiti, frente a Wellington, o decantarse por pasear por el sendero Wellington Writers Walk. Tras tanto paseo es necesario descansar y para ello los hoteles en Wellington son modernos y de calidad media/alta. Muchos ocupan edificios de nueva construcción en zonas llenas de servicios.