Garajonay, el bosque que es magia

Allá por el año 1981 el bosque de Garajonay, situado en la Isla de la Gomera, fue declarado parque nacional. Un lustro después, el parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO. ¿Y por qué esta distinción? Pues por que este lugar es una suerte de fósil vegetal viviente. Envuelta en nieblas, la densa masa de laurisilva, rareza superviviente de los bosques mediterráneos de la Era Terciaria y que desaparecieron tras la glaciación, espera al viajero. Un lugar sagrado para los prehispánicos Mientras uno camina por los senderos que serpentean por el parque, no podrá menos que dejarse llevar hacia tiempos mitológicos, sentirse impregnado por aires de leyenda como los que exhala el propio topónimo del paraje: Garajonay. Este nombre responde a la vieja leyenda de los amores entre Gara y Jonay. Gara, hija de reyes gomeros, y Jonay, príncipe de Nivaria (Tenerife). Los chamanes estimaron que ambos encarnaban el espíritu del agua y del fuego y que, por tanto, sus destinos eran incompatibles. Pero se enamoraron y Jonay alcanzó a nado La Gomera para estar con su amada, quien sabiendo que su amor era imposible atravesó su pecho con una lanza en lo más alto de la isla: el Garajonay. El alto Garajonay, quizá precisamente por ser el punto más alto de la isla gomera, fue, pues, territorio sagrado y tuvo un especial significado para los gomeros prehispánicos. Allí parecen confluir los límites territoriales de los primitivos reinos o bandos (Ipalán, Mulagua, Agana y Orone) en que se dividía el universo socio-político aborigen en La Gomera. En casos de peligro colectivo o crisis, la población se refugiaba en el Garajonay. Así ocurrió en 1489, tras el episodio de Iballa. Según los hechos que cuenta la Historia, Hernán Peraza, Señor de La Gomera, había sellado un pacto de colaboración con los gomeros de Mulagua e Ipalán, pero contravino los principios que regían el acuerdo y fue condenado a muerte y ejecutado en las cuevas de Guaedum. ¿El gancho para secuestrarle? Una princesa gomera de la que el conquistador español estaba enamorado. Después, los gomeros atacaron al resto de los españoles acuartelados en la Torre del Conde (en San Sebastián). Garajonay, un tesoro vegetal Bella y exuberante, la estampa de Garajonay alberga hasta veinte especies de árboles diferentes, además de un gran número de especies endémicas de plantas y animales, a las que el interesado podrá acercarse visitando el Centro de Visitantes, ubicado en San Sebastián -no conviene adentrarse en el Garajonay sin conocerlo pues, pese a la existencia de agentes forestales, es fácil perderse-. Con la necesaria información, se puede optar por adentrarse en alguno de las muchas sendas, caminos y trochas que cruzan el parque. Si hay que decantarse por una opción, el camino que va de Contadero a Mimbreras es de las más recomendables, por atravesar diferentes comunidades de laurisilva propias de la orientación norte del Parque y cuyo camino continúa hacia el Cedro y Hermigua, pasando junto a una gran cascada, y Raso de Don Pedro-Raso de la Bruma que atraviesa comunidades de fayal y brezo con un ramal que conduce a Arure. DATOS PRÁCTICOS https://www.miteco.gob.es/es/red-parques-nacionales/nuestros-parques/garajonay/