Cilento

En realidad Parque nacional de Cilento y Vallo de Diano, éste es el lugar en el que, según la tradición, las sirenas habrían tentado el gran Ulises durante el viaje de regreso a Ítaca. Región montañosa situada al sur de Italia, en la provincia de Salerno y entre los golfos de Salerno y Policastro, es ésta comarca a la que realmente merece la pena acercarse.

Aquí el viajero podrá pasar de caminar por bellas y turísticas localidades -Santa Maria di Castellabate, Acciaroli, Velia, Palinuro, Marina di Camerota, Scario, Policastro Bussentino…- a descubrir las poco visitadas comarcas interiores de las montañas Alburni y el Vallo di Diano.

Reserva de la biosfera y de la Humanidad –gracias a los muy valiosos restos arqueológicos de las ciudades griegas de Paestum y Velia-, cuando se circula por las carreteras comarcales de la región lo que se descubre es un más que sugerente y sugestivo terreno de contrastes en el que se suceden las escolleras vertiginosas que se precipitan al cristalino mar, las playas de bellos atardeceres y finas arenas, los pequeños pueblos medievales acurrucados al pie de colinas (callejas, arcos y empinadas escalinatas, enmarcadas por la vegetación que encierra un abanico de colores y perfumes), profundas grutas marinas ideales para la práctica del buceo, retazos de luminosa naturaleza incontaminada por la mano del hombre… y, sobretodo, gentes que viven con el ritmo pausado de antes, al compás del paso de las estaciones.

Dejando el reloj en la habitación del hotel –o mejor en casa- el viajero hará bien en llegarse hasta Acciaroli, burgo antiguo de increíble playa en cuya fisonomía y gentes dicen se inspiró Hemingway a la hora de escribir su novela El Viejo y el Mar. Puede que sea así, pero lo que si es cierto es que en sus tortuosas callejas el tiempo parece haberse detenido.

Llegado el momento de decidirse a conocer la naturaleza de la región, lo suyo será dirigirse a Vallo della Lucania, puerta principal de este bello pedazo de naturaleza protegida. Los amantes del trekking podrán realizar largas caminadas por los montes Alburni (llamados Dolomitas del Sur, por el color clarísimo de las paredes calcáreas), Cervati (la cumbre más alta de Campania con sus 1.900 metros) o Gelbison (llamado también Monte Sacro, por la presencia en la cumbre del santuario de la Madonna di Novi Velia). Elija el que elija, el viajero y excursionista quedará fascinado por los espectaculares fenómenos cársticos que descubrirán sus ojos, con ríos que han excavado en la desnuda roca, profundas gargantas y misteriosas grutas. Aquí y allá se abren senderos de mayor o menor dificultad –cada cual habrá de saber cuales son sus capacidades- para visitar estos y otros rincones.