Parque Natural Gorbeia

En periódicos, revistas o televisiones. Es seguro que, incluso más de una vez, se haya visto la célebre fotografía de la Cruz del Gorbeia (o Gorbea, para los castellanoparlantes), en la cumbre del monte y parque natural del mismo nombre. Oportunidades seguro que ha habido puesto que, en diferentes versiones, lleva allí desde noviembre de 1901, cuando el Papa León XIII hizo un llamamiento para levantar cruces en las cumbres más altas de la cristiandad. Lo que, quizás, sea menos probable es que muchos hayan sido los viajeros que, fuera del País Vasco, se hayan acercado a este delicioso paraje situado entre las provincias de Álava y Vizcaya. Estrechamente ligado a la historia de Euskadi –por su altura y ubicación, Gorbeia fue uno de los cinco montes bocineros, cimas desde las que, mediante cornetas y hogueras, se enviaban mensajes al pueblo- perderse por aquí es volver a casa con mucho mejor humor del que se tenía en el camino de ida. Y es que pasear por los profundos hayedos, marojales y robledales, conociendo algunos árboles que, por belleza y tamaño, han sido especialmente protegidos (ahí están, sino, los tejos de Arimekorta o los robles de Altube y Ondategi), no puede por menos que cargar las pilas de cada cual con muy, muy buena energía. En cuanto a la riqueza faunística del parque, y aparte de la berrea del ciervo que, cada mes de septiembre, atrae a más curiosos, el amigo de descubrir aves por los oculares de sus prismáticos, está de enhorabuena. En los roquedos tallados en las faldas del Gorbeia habita un destacado número de aves - alimoche, chova, roquero rojo, bisbita alpino…- por no hablar del martín pescador, ave que se alimenta de la mucha riqueza de los ríos y riachuelos que surcan el parque. A mitad de camino entre Vitoria y Bilbao, y con señalización para acceder al parque desde los vecinos municipios de Artea, Zeanuri y Murguía, las veinte mil hectáreas del parque están recorridas de senderos balizados. Aunque para recorrerlos, para visitar el parque, habrá que solicitar permiso previo en los centros de interpretación de Areatza y Sarria. Una ruta interesante, especialmente para recorrerla en bici -son 55 kms de pedaleo y unas cinco horas de actividad-, sería la que, dibujando un círculo imaginario en torno a la cima y partiendo del punto más al sur (Sarría o Murguía), recorre el perímetro del monte, por su base, en el sentido contrario a las agujas del reloj. Entre diversos tipos de bosques, arroyos, ríos y embalses, el recorrido va mostrando parajes sencillamente deliciosos.