Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victor

Antes de sumergirse en este bello espacio natural cántabro, usualmente llamado la Doñana del Norte, lo suyo sería pasarse por la dársena del puerto de Santoña (Cantabria). Allí, en un edificio modernista, se encuentra el centro de interpretación del parque. En sus salas, equipadas con un interesante material didáctico, el visitante encontrará todo tipo de datos y explicaciones sobre el lugar que se va a visitar: información sobre las especies animales y vegetales habitantes del parque: paneles y recreaciones del ecosistema del encinar litoral (una de las peculiaridades del parque); pantallas táctiles y dioramas que acercan a los habitantes del parque, entre ellos, una sorprendente variedad de murciélagos que viven en las cuevas de la zona; una maqueta inundable que explica como funciona un molino de mareas (algo que gusta especialmente a los niños)… y, como efecto final, un mirador que, justo después de asistir a un audiovisual, se abre, en las mismas paredes de la sala de proyecciones, y que descubre un balcón con vistas sobre el parque. El efecto es sencillamente impresionante. Visto esto, uno puede pensar que ya está todo visto ¿verdad? Pues no… ni mucho menos. Por ejemplo, mientras se camine por el espacio protegido, puede que uno mismo exclame algo así como Mira, una garza imperial (en el caso hipotético que uno sepa como es una garza imperial). Entonces es que, al otro lado de los prismáticos, ha surgido, como de la nada, este elegante ave… más que acostumbrada a la presencia del hombre así que, si uno no se acerca en exceso, el pájaro apenas se inmutará. Dar con una garza imperial es todo un privilegio (es un ave que no se ve todos los días). Pero, aún en el caso de que no haya garza, siempre podrá el viajero gozar con la mucha riqueza ornitológica del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. No en vano, la riqueza del parque deriva, sobre todo, de esta riqueza ornitológica. Ejemplares de aguilucho lagunero, ánade real, espátulas, águilas pescadoras, garcetas, zarapitos reales y garzas, entre otro centenar de especies, habitan aquí. ¿Y donde es aquí? Pues un extenso territorio que se extiende por los municipios cántabros de Ampuero, Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Colindres, Escalante, Laredo, Limpias, Noja, Santoña y Voto. En total, 6.900 hectáreas que pueden ser recorridas a pie, en bici o surcadas en barco. Si lo que apetece es caminar (realmente, la mejor forma de conocer los sitios) bueno será saber que no hay estar especialmente en forma para hacerlo: : las rutas a pie duran entre una 1,5 y 4,5 horas. El itinerario más largo, un paseo circular por el monte Buciero, de 7 kilómetros, se cubre en poco más de 3,5 horas. Los recorridos que se hacen en bici no superan las dos horas y las salidas en barco no llegan a las dos horas, así que, ni siquiera, un (hipotético) poco apego senderista no es excusa.