Longleat Hedge Maze
Hoy sugerencia de naturaleza doméstica, Longleat Hedge Maze o el laberinto de Longleat, es una original escapada que espera al oeste de Londres. Considerado uno de los laberintos más largos del mundo (ocupa 0,6 hectáreas; se extiende por 2,72 kilómetros de camino y, dependiendo de la pericia de cada cual, se tardarán entre 20 y 90 minutos en completarlo), el lugar forma parte de los jardines de Longleat, una casa de campo propiedad de los Marqueses de Bath y construida en 1580 en estilo Tudor… tal y como delatan las formas y detalles de la fachada (evidentemente, el interior ha sido renovado con el paso de los siglos… y la llegada de nuevas comodidades).
Muy cuidado por el actual propietario de la casa, gran amante de los laberintos (no en vano, ha añadido otros más pequeños -Lunar Labyrinth, the Sun Maze, King Arthur's maze, and the Love Labyrinth han crecido en distintos puntos de la propiedad- Longleat Hedge Maze fue creado, en 1975, por el diseñador paisajista Greg Bright.
Desde cualquiera de los seis puentes de madera que se elevan sobre el laberinto, y que permiten contemplarlo en conjunto, el viajero descubrirá un lugar en el que, indefectiblemente, saldrá de cada uno de nosotros (o de la mayoría de nosotros) el niño que casi todos llevamos dentro.
Poblado por 16,000 tejos, que son podados dos veces al año, como medida de emergencia en el laberinto se han instalado unas señales para, en caso de emergencia, buscar la salida, pero… ¿no es mejor no mirarlas y jugar?.