Praga, la ciudad de los cinco sentidos
Más pronto que tarde, el viajero que llega a Praga (República Checa) acaba, en su callejeo por el centro de la ciudad, en la calle París, o quizás en Na Prikopé. Lo mismo da que da lo mismo. Una u otra calle praguense podrían ser directamente transplantadas al centro de Londres, a los alrededores de Old Bond Street, y darían el pego. Restaurantes que parecen llevar allí toda una vida; mercadillos en los que, aún, se puede encontrar una buena ganga; mucha música en vivo. Y todo ello, a pie, sin tener que coger el coche, empapándose del ambiente de unas callejas en las las que la arquitectura barroca se hermana con pinceladas de art nouveau e, incluso, de cubismo.
Luego, en algún momento del camino, merece la pena buscar atmósferas tan deliciosas e íntimas como la biblioteca del monasterio de Strahov, entre gótico y barroco, con ancianas librerías talladas y cortadas con árboles autóctonos (hace más de ochocientos años que están allí), o el viejo y sugerente callejón medieval del Mundo Nuevo. Cuando uno se interna en él, parece que el tiempo se detiene alrededor.
Una calle referente
Cualquier ciudad del mundo tiene una calle que es algo así como la calle de esa ciudad. En Madrid, podría ser Gran Vía; en Barcelona, Las Ramblas; en París, Rue Rivoli, y, en Praga es calle Celetná (Camino Real, en su nombre castellanizado). Diseñado siguiendo las directrices del rey de Carlos IV, allá a mediados del siglo XIV, el monarca ordenó trazar una calle que atravesara Mala Strana (ciudad pequeña).
Así, la que hoy podríamos llamar Praga barroca, es paraje urbano peatonal, con calles estrechas y empedradas, con un trazado un tanto irregular, con veredas muy angostas y a veces inexistentes. Aquí, las calles son una sucesión de fachadas de las que cuelgan balcones y ventanas en las que, al llegar la primavera, lucen flores multicolores. Luego, a pie de calles, instaladas en los bajos de los edificios, el viajero también encuentra tabernas en las que degustar esa cerveza dulce y ligera llamada Plzen (o Pilsen, como se prefiera). O, si se es más del bando de los golosos, cafeterías con terraza en las que, sin prisas, engancharse a la charla y la delicada repostería bohemia.
El paseo ha llegado a la margen izquierda del río Moldava, frente a las colinas sobre las que se yergue el castillo de la ciudad. Desde aquí, lo suyo sería buscar el pálpito del corazón de la Praga. Se hallará, aguas abajo, en la inmensa plaza Wenceslao, en pleno corazón de la ciudad nueva (Nové Mesto). Hollado su centro por una gran estatua ecuestre de San Wenceslao, mártir del siglo X y patrón de los pueblos bohemios. Por esta plaza, a la que el paseo por Praga acaba de llegar, ha pasado, prácticamente, toda la historia de este país desde la revolución de 1848: la independencia de Austria, los tanques rusos de la Primavera de Praga, la caída del sistema comunista a comienzos de los 90. Rodeada de cafés de diferentes estilos, aquí suele quedar la gente para luego, por ejemplo, ir de compras a la próxima Na Prikope, la calle de tiendas más popular de Praga.
Codearse con el famoseo local
Más arriba quedó dicho que el centro de Praga es ideal para ir caminando a todas partes (eso sí, con un calzado cómodo) y esto también vale para acercarse, desde plaza Wenceslao, hasta la plaza de la República y la vecina calle Rytirska donde actores, aspirantes a modelo y estudiantes suelen encontrarse. Es un buen lugar en el que tomar algo por la noche o por la tarde, después de haberse adentrado por entre los puestecillos callejeros del Havelska, el mercado al aire libre más grande de la ciudad.
El colorido y el tipismo de este espacio no dejará quieta la cámara de fotos. Bueno, la verdad es que por esta zona de la ciudad, los clics que delatan una foto tras otra no pararán. Y es que, por los lares en los que se encuentra la excursión urbana praguense, a la altura del célebre puente de Carlos y la plaza Staromestské, surge otra Praga mucho más íntima y fascinante que hará inevitable, por ejemplo, curiosear en los patios renacentistas de las casas, en los que espera una sorpresa tras otra.
Tampoco resultará fácil (¿para qué entonces intentarlo, siquiera?) abstenerse de entrar en alguna de las iglesias de la zona, en cuyos interiores no será extraño toparse con alguien tocando el órgano o entonando una cantata. ¿Y qué decir, en cuanto de dejarse tentar, los pequeños restaurantes tradicionales del entorno de la plaza Betlemske?.
Además, y, no lejos de allí, el barrio judío, con su media docena de sinagogas. Como se ve, de una u otra forma, no se ha abandonado el trazo del Camino Real, y aún sigue cuando los pasos propios llevan al viajero hasta la Plaza Carlos, una suerte de inmenso jardín plantado en plena Praga. Aquí, una vez al año, el rey Carlos IV mostraba al pueblo su colección de reliquias. Ahora, los alrededores acogen a algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, en los que, con un buen vino local, brindar con dos copas de cristal de Bohemia. Lo dicho, Praga es una ciudad, pero también un juego para los sentidos.
Qué ver o hacer en Praga y alrededores
Marina,
Praga (Praga)
Para mucho más que un fin de semana
Una ciudad con una amplísima oferta cultural.
Cristina,
Praga (Praga)
Viaje a Praga
Capital de la República Checa que tiene sólo 30 años de historia. La gente, por todo lo vivido por sus generaciones anteriores, no es que sean muy sociables y abiertos. Les cuesta sonreír aún trabajando de cara al público. Mucha gente en la Ciudad Vieja. Recomendable si vas por libre a la ciudad, reservar en Free Tour, excursiones que en 2/3 horas te explican parte de la historia de Praga,y luego les pagas por su servicio. Los precios ya no son tan económicos como años anteriores. Recomendable ciudad para visitar.
Praga
Praga
Praga
Praga
Clemente,
Praga (Praga)
Praga es la ciudad romántica y perfecta para pasar unos días inolvidables
La ciudad vieja es preciosa. Los restaurantes son excelentes,y las terrazas se hacen unos helados maravillosos, por la noche si cruzas el puente de Carlos resulta muy romántico, gente tocando instrumentos de música preciosos, la ciudad vieja preciosa y al otro lado el rio hay como otra ciudad romántica y de otra época, te transforma en otra época, es inolvidable, por supuesto para volver, tiene mucha vida, alegría y juventud. Con sus tranvías un colorido especial, y lo único que cambiaría los semáforos en verde para peatones, que duran muy poco tiempo para cruzar,y se convierte en una carrera por lo demás, la denominó La Ciudad Bella
Izaskun,
Praga (Praga)
Perla de europa
Genial. Ciudad preciosa, mezcla de muchos estilos, con mucho encanto y muy segura. Comida rica. Precios altos, pero merece la pena conocerla en un par de días. Muy recomendable. El reloj astronómico es una maravilla.
Maria Del Carmen,
Praga (Praga)
Praga con encanto en dos días
Es la segunda vez que visito Praga, ciudad pequeña muy bonita, recomiendo reservar un tour guiado para verla caminando en un día y dedicarle por tu cuenta otro rato por la mañana o la tarde es suficiente para mí. Lo único negativo es la atención al turista, son gente muy seca, resulta incomodo y ya lo sentí así la primera vez que fui a Praga. Los churros que venden por toda la ciudad no son originales de allí, llevan menos de 15 años en Praga. Los revisores en metro y tranvía van en busca del turista, llevamos nuestros tickets pero si no lo validas exactamente en el sitio del billete que dicen, aunque lo hayas validado tú antes en la máquina te multan y es muy injusto. No quedan ganas de repetir viaje.
Praga
Praga
Sara,
Praga (Praga)
Ciudad medieval, tiene un encanto increíble, recomendable totalmente.
Teodoro,
Praga (Praga)
Praga es espectacular te envuelve en un ambiente maravilloso, son necesarios cinco días para verla bien, si tenéis tiempo visitar Dresde y el parque nacional de Bohemia y Suiza sajona
Praga
Praga
Praga
Praga
Maria Soledad,
Praga (Praga)
Segunda vez en Praga, aunque en verano hace mucho calor y mucha gente.
Segunda vez en Praga, aunque en verano hace mucho calor y mucha gente. La ciudad es muy bonita para conocerla andando. La comida muy buena el goulash y el codillo. La cerveza es lo más barato ya que todo lo demás ha subido mucho de precio. La zona del castillo, zona judía y puente de carlos espectacular. También es posible coger un barco que te lleva por todo el rio. La calle más estrecha curiosa y la zona de la Mala strana muy bohemia junto con el muro de John Lennon. De noche ciudad donde las haya que ofrece mucha diversidad cultural junto con su reloj astronómico. Hay que verla en invierno y en verano para ver las dos caras como hice en esta segunda vez que fui en verano.
Praga
Praga
Praga
Praga
Isabel,
Praga (Praga)
Ciudad encantadora
Praga tiene mucha cosas para ver y estupenda Comida
Praga
Praga
Praga
Praga
Antonio,
Praga (Praga)
Ciudad cómoda para visitar
Praga es una ciudad muy cómoda para hacer visita turística, con muchos monumentos (Castillo, Museo Nacional, iglesias, torres, puentes, etc.) y barrios que merecen un recorrido detallado, con mucha historia en sus calles. Es aconsejable hacer visitas guiadas por expertos locales (en castellano) que, además de explicaciones, dan muchos consejos sobre la vida en la ciudad. Tiene muy buena gastronomía, a precios más bajos que en España, y, sobre todo, mucha cerveza. Tanto para comida como para cena, con un plato es suficiente pues las raciones suelen ser abundantes. La cocina checa es contundente, pero, en los restaurantes visitados, bien preparada, servida y presentada. El precio medio que hemos pagado ha sido de unos 35 € las dos personas, incluyendo las jarras de cerveza. Nos recomendaron, y resultó muy bien, el restaurante Pod Vysehradem, fuera de zonas turísticas, a la orilla del río, y con muchos tranvías que tienen parada cerca de la puerta (17,2,3,...). El transporte público es muy bueno, y limpio. La red de tranvías es suficiente para llegar cómodamente a cualquier sitio. Es importante resaltar que este transporte público es gratuito para mayores de 65 años de la UE, basta con llevar el DNI a mano por si lo requieren los inspectores. Pero es muy agradable caminar, sobre todo por la orilla del río, atravesando el Puente de Carlos y penetrar en el barrio de Mala Strana. El centro de la ciudad se puede hacer cómodamente a pie.
Praga
Praga
Praga
Praga
¿Ya conoces Praga?
Comparte con otros viajeros lo que más te gusta de Praga.