San Petersburgo
San Petersburgo, que es la segunda ciudad más poblada de Rusia solo por detrás de Moscú, cuenta con un legado histórico muy importante que el viajero podrá disfrutar no solo al visitar sus enclaves Patrimonio de la Humanidad, sino también al descender hasta sus profundas paradas de metro y degustar la peculiar comida tradicional.
Una visita imprescindible a la hora de conocer San Petersburgo es el Museo del Hermitage, un complejo de seis edificios a orillas del río Nevá que alberga, entre otros, el Palacio de Invierno, residencia de los antiguos zares. Además, en esta monumental ciudad rusa los turistas tampoco pueden perderse el espectacular Palacio Peterhof, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Asimismo, la ciudad cuenta con otros muchos monumentos y lugares emblemáticos por los que el viajero puede pasear, como la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, mientras que en lo relativo a los monumentos religiosos, la ciudad cuenta con la espectacular cifra de 5 catedrales, entre las que destacan la Catedral de San Isaac y la Catedral de Nuestra Señora de Kazán. Y, por supuesto, los viajeros no pueden perderse la Iglesia del Salvador Sobre la Sangre Derramada.
Por otro lado, se puede aprovechar la estancia para dar un paseo en barco por el río Nevá o por los canales de la ciudad y también es recomendable que se saque tiempo para viajar en metro, pues el transporte subterráneo de esta ciudad no solo es el más profundo del mundo, sino que además cuenta con estaciones majestuosas que incluyen esculturas, superficies de mármol y mosaicos.
Y para culminar la experiencia de conocer esta importante localidad rusa, los turistas no pueden dejar pasar la oportunidad de probar la gastronomía de la zona. Las sopas borsh sorprenden con su color rosa, los pelmeni recuerdan a Italia por su aspecto y las ensaladas Olivie permiten saborear la auténtica ensalada rusa. También se puede aprovechar el viaje a Rusia para degustar el auténtico vodka ruso o probar la famosa cerveza Báltika.
La ciudad ofrece diversos tipos de alojamiento y el viajero podrá elegir entre un hotel, un apartamento turístico, un hostal o un albergue. La zona más demandada por los turistas se encuentra en torno a la Catedral de Isaac, que es la zona más monumental de la ciudad. Mientras, quienes busquen un alojamiento más económico pueden encontrar hoteles en la zona norte del río Nevá o en el lado oriental de la ciudad. Al reservar en esta zona de la urbe, se debe tener en cuenta que los puentes se levantan durante algunas horas por la noche, dificultando la comunicación con el centro.
Las estaciones de metro no solo son una visita turística, sino que los viajeros pueden moverse de forma cómoda y rápida por la ciudad usando el transporte subterráneo. Y para las zonas a las que no llega el metro, los turistas tienen a su disposición autobuses, tranvías y trolebuses, siendo los primeros los más importantes. Por su parte, el Aeropuerto Internacional Púlkovo (LED) se emplaza al sur de la ciudad, a una media hora en coche. Si se desea usar el transporte público en lugar de un taxi, en la terminal se pueden coger autobuses que llevan a la estación de metro Moskovskaya.
Como dato anecdótico, la ciudad está considerada la Venecia del Norte, pues cuenta con numerosos canales salvados por más de 300 puentes. Además, entre 1924 y 1991 se llamó Leningrado. Al llegar, se deberá cambiar de moneda a rublos rusos y al partir, en la maleta no puede faltar un juego de muñecas rusas o, como se las llama en Rusia, matryoshka.
Qué ver o hacer en San Petersburgo y alrededores
Ya conoces San Petersburgo
Comparte tus opiniones sobre San Petersburgo con otros viajeros.