Mahdia

Este antiguo puerto de pescadores ha sabido aprovechar su situación en la costa este de Túnez para desarrollarse como un lugar ideal para un turismo tranquilo y relajado, que huye de las grandes aglomeraciones, pero que no renuncia a los hoteles de primera calidad a pie de playa. Este municipio dispone de unas playas bañadas por las aguas de un mar color zafiro y nos espera con sus espléndidas playas de arena, totalmente equipadas para disfrutar al máximo del clima cálido del lugar. Además, algunos de los establecimientos ofrecen spa integrado en sus instalaciones por lo que muchos viajeros se desplazan hasta sus coordenadas para relajarse en sesiones de talasoterapia sin salir del hotel.

Mahdia puede presumir de su historia, ya que fue la primera capital de los califas fatimíes en el siglo X, quienes la levantaron en el lugar donde se ubica ahora, las rocas de una estrecha península. Paseando por su Medina se descubre el paso de los siglos en sus estrechas calles y fortificaciones, así como en las casas más modernas de finales del siglo XIX, que muestras en la carácter comerciante de alguno de sus vecinos. Las casas, conocidas en Túnez como Dar, son un ejemplo de la riqueza del lugar. Destacan especialmente las localizadas en la calle del Hamza. Allí fijaros en sus paredes, cornisas y en su interior, cuyo colorido y detallismo os harán prestarles toda la atención de la que disponéis.

Para entender esta ciudad, lo mejor es acercarse hasta su puerto pesquero, en el que viajeros y vecinos se amontonan para ver cómo llegan los barcos de pescadores de hacer sus faenas, a veces cargados de sardinas y otros peces, que luego se sirven en los restaurantes de la ciudad. El olor y los murmullos nos trasladan al pasado marinero del lugar. Además, debéis saber que la pesca de sardinas tiene su aquel, ya que la tradición dice que hay que pescarlas a la luz de los focos de las embarcaciones. Por eso en verano, la mejor hora para ir al puerto es por la noche, ya que al fondo las luces de los barcos crearán un espectáculo de gran belleza. Para seguir unidos a este hilo, merece la pena visitar el cementerio marinero, donde las sepulturas blancas están dispersas en el terreno y de fondo las murallas y el mar ponen el telón a las almas de los pescadores.

Uno de los momentos más esperados durante toda la semana en Mahdia es el mercado de Skiffa el Kahla, que tiene lugar todos los viernes. Allí los tunecinos y los extranjeros se fusionan en un ambiente de puestos donde los olores y colores nos transportarán de un lugar a otro, donde habrá que demostrar nuestras habilidades como comerciantes. Nuestro consejo es que regateéis y que nunca digáis que sí a la primera, ya que a los tunecinos les encanta este juego. Aprovechad para fijaros en los trajes tradicionales que portan muchas de las vendedoras. Sólo así descubriréis el Túnez más auténtico y tradicional.

Tampoco faltan los guiños a la modernidad en Mahdia con lugares como sus playas perfectamente equipadas, campos de golf en las cercanías o empresas de buceo que permiten a los viajeros sumergirse en unos fondos marinos llenos de sorpresas.