​Nabeul

Nabeul es una ciudad con historia. Anteriormente conocida como Neápolis, fue un asentamiento de gran relevancia en el que se tiene constancia judía desde los primeros estadios de la historia antigua. A día de hoy es un centro turístico en el que los viajeros disfrutan de sus extensos arenales llenos de servicios y en donde se localiza uno de los centros de artesanía más importantes del país, con talleres tradicionales de alfarería y cerámica.

Este municipio de Túnez se encuentra a escasos kilómetros de Hammamet y como la anterior ha sabido sacar partido a su situación en el mapa para desarrollar un complejo turístico lleno de hoteles, en este caso de gama media, a orillas del Mediterráneo. La oferta hostelera es amplia y ofrece instalaciones modernas en las que no falta de nada: piscinas, playas privadas, restaurantes, actividades... Son hoteles tranquilos en los que la estancia es agradable y llena de detalles.

El patrimonio de la ciudad nos invita a abandonar el hotel y las playas para conocer su pasado. Para los que les guste la historia, esta localidad tiene varias propuestas como la que lleva hasta un yacimiento romano, a unos 2 kilómetros aproximadamente del casco antiguo, donde se descubren varios espacios como villas romanas, un complejo donde ya se hacía cerámica y una fábrica de salazones. Existe también un museo arqueológico con piezas púnicas, mosaicos romanos y un sinfín de objetos de la vida cotidiana de las diferentes civilizaciones que han ocupado el lugar a lo largo de los siglos.

Nabeul es uno de los mayores productores de artesanía de todo Túnez, así que es un lugar perfecto para comprar piezas de cerámica para llevárnoslas de recuerdo y también para conocer cómo se fabrican. Aquí se crea alfarería esmaltada y alfarería porosa de gran calidad. (destacan las baldosas de ricos colores). Se trabaja en talleres artesanales tradicionales y muchas veces los alfareros lo son porque han heredado el negocio de sus padres. El resultado se puede ver tanto en los zocos como en el Mercado de Nabeul, que se celebra cada viernes por la mañana. Hay que ir pronto, ya que tiene gran fama y suele haber mucha afluencia. Aquí encontraréis buenas piezas de cerámica. Igualmente se venden frutas y verduras de los alrededores, así como animales vivos. Es un ambiente muy animado, de intercambio, en el que vecinos y turistas disfrutan entre los puestos paseando y comprando.

Para seguir haciendo turismo, se pueden hacer varias excursiones en los alrededores. Una de ellas nos lleva a Hammamet, uno de los puntos turísticos más importantes del país. Se puede pasear por su Medina para recorrer sus calles, fijarse en sus puertas de colores y sentarse en sus plazas. En la zona de Yasmine Hammamet junto al puerto, uno puede disfrutar de la vida nocturna o bien tomando un refresco o fumando una narguile mientras se ve pasar la vida por delante. Además, desde Nabeul hay más opciones de escapadas interesantes como las que llevan a otros puntos cercanos como al pueblo de Sidi Bou Said, al coliseo romano de El Jerm o a la cercana Kairouan.