​Aksaray

Esta ciudad de poco más de 150.000 habitantes es la capital de la provincia de Aksaray, en la región de Anatolia Central, siendo una de las ciudad más importantes de la región histórica de la Capadocia. Y es que Aksaray es un núcleo poblado con gran importancia a lo largo de los siglos. De hecho, fue una parada obligatoria para muchos de los mercaderes que recorrían la Ruta de la Seda. Hay testimonios arqueológicos que datan los primeros asentamientos en la zona hace 8.000 años, siendo de los más antiguos de la cultura occidental. Por su territorio han pasado hititas, romanos, bizantinos y otomanos. A día de hoy es un importante punto turístico tanto por su patrimonio histórico como natural, que se descubre en los alrededores, pero sobre todo porque puede servir de parada y de punto de salida hacia otros lugares de interés de la Capadocia como el Valle Ihlara.

Así, la ciudad es uno de los núcleos en los que paran muchos de los tours que recorren la Capadocia, aunque quizá es menos conocido que otros puntos de la región, pero aún así es igualmente interesante. Cuenta con buenas infraestructuras hoteleras de diversas categorías y tamaño y de servicios que ofrecen una estancia confortable a los viajeros. No faltan los restaurantes, las tiendas, los bares... Se localiza a 2 horas en bus de ciudades como Ankara, Kir o Nevsehir, esta última capital de la Capadocia.

En Aksaray, como núcleo próspero, también es típico visitar alguna de sus fábricas de alfombras. De esta zona son las famosas alfombras de Taspinar, cuya fama mundial es merecida ya que sus colores y calidad así lo atestiguan. Están hechas a mano, anudadas en esta región de Anatolia. No dejéis tampoco de pasear por sus calles y de deteneros en sus tiendas, donde os sorprenderán los recuerdos que os podréis llevar a casa. Os aconsejamos que no dejéis de comprar alguna especia para que a vuestro regreso mantengáis el sabor de Turquía un tiempo más en vuestra memoria. Paseando por la zona, llegaréis también al Museo de Aksaray en Zinciriye Medressi, un edificio que existe desde el periodo de Karamanogullari en el siglo XIV y que alberga una vasta colección de piezas arqueológicas, etnográficas y artísticas de la región.

En las inmediaciones hay más puntos de interés como el túmulo funerario de Aşıklı Höyük; el asentamiento de la Edad de Bronce de Acemhöyük; la ciudad romana de Nisa o la población de Nisa, cerca de Helvadere. No obstante, lo más conocido es el Valle de Ihlara, un paraje natural que alberga un cañón, producto del paso del tiempo y de la propia morfología del lugar. El cañón, cerca de los volcanes del Monte Hasan y el Monte Melendiz, tiene una profundidad de unos 100 metros. El valle comienza en la población de Ihlara y acaba después de 14 kilómetros en el monasterio de Selime Selime. Hay cuatro entradas al valle, así que no hace falta que lo recorráis entero. A lo largo del camino, además de un bello paisaje, descubriréis diferentes iglesias primitivas de gran interés tanto por la forma de haber sido construidas como por sus frescos religiosos.