Más de una semana durante la cual las calles de Córdoba adquieren un sabor y un color muy especial. Y es que, aunque no tenga la misma afluencia de público o seguimiento mediático que su prima, la Feria de Abril de Sevilla, la verdad es que nada de lo que se pueda encontrar en Sevilla no se hallará, también, en Córdoba.
Oficialmente llamada Feria de Nuestra Señora de la Salud, el recinto ferial cordobés acoge casetas generalmente abiertas a todo el público… cosa que no que no suele ocurrir en Sevilla, donde abunda la caseta privada. Además –por algo se está en Andalucía- el paseo central de la feria, y sus calles adyacentes, se llenan de calesas tiradas por caballos, trajes de flamenca y música de sevillanas.
Con origen en las antiguas transacciones de ganado que se hacían en la ciudad, la Feria de Córdoba tiene su Real (así llaman los lugareños al recinto ferial) en el entorno del Arcángel, el estadio de la ciudad. Allí es donde, a partir de las horas del mediodía, las casetas ofrecen bebida fresca a los que se acerquen por allí –el calor en Córdoba ya empieza a ser intenso para estas fechas, así que se agradecerá la amplitud de horarios-. Sin embargo, si de buscar la belleza y plenitud de la fiesta se trata, lo mejor será ir al ferial por la noche. Es entonces cuando la iluminación alcanza todo su esplendor… ¡y que esplendor!
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