Torremolinos es historia viva de España. Esta localidad de la Costa del Sol representa el boom turístico de los años 50 y 60, ese que convirtió al país en un referente mundial de sol y playa. Años después, esta localidad de la costa malagueña ha sabido reconducir los tiempos y capear la crisis ofreciendo unas vacaciones muy completas para familias, amigos o parejas que quieran disfrutar de las bondades de su clima y de sus servicios sin renunciar a su glamour inicial. Asimismo, fue uno de los primeros municipios gay friendly del país por lo que tiene un gran reconocimiento entre viajeros de este colectivo que lo eligen cada año para pasar sus vacaciones.
Esta localidad andaluza no descansa. Durante todas las estaciones recibe viajeros que llegan hasta su costa con ganas de pasarlo bien y también de regresar a sus hogares con un color un poco más tostadito. Por eso se considera a sus playas uno de sus principales atractivos. El término municipal dispone de casi 7 kilómetros de costa, muy bien aprovechados, repartidos entre distintos arenales. Las playas principales son las urbanas, las que tienen más servicios y su accesibilidad es mejor. Así, en Torremolinos se puede visitar la playa de Los Álamos, una de las más animadas de toda la Costa del Sol, donde no faltan los chiringuitos chill out, los restaurantes y bares y los servicios. Es la más alejada del centro, pero también la que por la noche más ambiente tiene. Otra playa a destacar es Playamar, siendo otra de las favoritas con su arena y su kilómetro de longitud.
También urbanas se pueden encontrar la playa de El Bajondillo y La Carihuela. La primera se sitúa en el corazón de la localidad rodeada de un interesante Paseo Marítimo en el que no faltan las tiendas, los restaurantes y los bares. Tiene varios accesos, algunos de ellos a través de ascensores. Además en uno de sus extremos se localiza El Morro, un monumento natural en el que fotografiar Torremolinos. La Carihuela, donde hay un gran número de hoteles, fue la playa de moda en los 60/70 atrayendo a grandes estrellas de Hollywood como Ava Gardner, Frank Sinatra, Grace Kelly y Orson Welles, entre otros. Destaca su paseo marítimo, sus beach clubs y, por supuesto, su arena. Eso sí en temporada alta tiene una gran afluencia así que lo mejor es ir a primera hora de la mañana para coger un buen sitio, ni demasiado cerca del agua, ni demasiado lejos y accesible a los chiringuitos de la playa. A estas se suma también la playa de El Saltillo, pensada para aquellos que buscan la adrenalina y la experiencia de practicar deportes náuticos. Se puede hacer surf, debido a la viento que aparece; se puede navegar, ya que el Puerto Deportivo de la cercana localidad de Benalmádena está muy cerca y se puede dar un paseo en familia en hidropedal o en una piragua alquilada.
Quitándonos el bañador y calzándonos unas sandalias o unas zapatillas, vamos a pasear por el centro de Torremolinos, una zona siempre animada, donde la modernidad y la tradición se dan la mano en sus calles de casas blancas. Aquí no faltan tabernas con tapas y con pescaíto, así como tiendas de recuerdos. El principal eje comercial de la ciudad es la calle San Miguel, donde no habrá nada que no encontréis. Otras calles importantes son la avenida Palma de Mallorca o la calle Cauce. En la zona de la plaza de la Nogalera se concentra el mayor número de bares y restaurantes para el colectivo LGBTIQ+, igualmente aquí hay una gran oferta de hoteles pensados para viajeros pertenecientes a este colectivo. Asimismo, en el mes de junio se celebra cada año una gran fiesta Pride, que atrae a un gran número de turistas de todo el continente europeo. En la plaza Nogalera hay que señalar que se ubica una estación de Cercanías de Renfe con conexión con otras localidades importantes de la Costa del Sol como Málaga y Fuengirola, entre otras.
Si lo que se busca es naturaleza, una zona que no hay que dejar de visitar es la de Los Pinares, el pulmón verde de Torremolinos, un enclave natural en el que los más activos podrán dar rienda suelta a sus ganas de andar recorriendo los diferentes senderos que allí se pueden encontrar. Es un bosque lleno de pinos, en el que no faltan las fuentes, las zonas de barbacoa donde preparar una comida en familia o con amigos. Muy cerca está el conjunto Los Manantiales - Jardín Botánico Molino de Inca, un rincón lleno de secretos por descubrir y al que merece la pena dedicar al menos unas horas para ir, poco a poco, conociendo por qué es uno de los indispensables de Torremolinos. Para ver más naturaleza, pero esta vez dentro de Torremolinos, se puede ir hasta el Parque de la Batería, donde hay que atreverse a remar en su lago.
En cuanto a patrimonio arquitectónico destaca la Torre de los Molinos, construida en homenaje a un militar que ayudó a la conquista de Málaga. Aunque a día de hoy se la conozca como Torre Pimentel, de ella deriva el nombre de la localidad. También hay que visitar la Casa de los Navajas, cerca de la playa del Bajondillo, una residencia de principios del siglo XX que se puede visitar gratuitamente para hacernos una idea de cómo era el lujo del turismo pionero en la zona. Es este edificio neomudéjar se celebran conciertos y actuaciones, así que no está de más consultar su agenda cuando se visita Torremolinos.
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