¿Sabes cuáles son las mejores calas de Mallorca? Te las descubrimos en esta oferta exclusiva y te ofrecemos hoteles en todas ellas al mejor precio. ¡Empezamos!
Mallorca esconde en su costa calas de ensueño en las que perderse en tu visita a la isla. ¡Descúbrelas a continuación y escápate!
Las mejores calas de Mallorca
La propia geografía de esta isla que mezcla su montaña con el mar provoca que en sus orillas los viajeros podamos encontrar auténticas calas de postal. Si bien es cierto que algunas calas se han hecho muy populares y a veces es complicado encontrar sitio, también es cierto que otras aún guardan un carácter único y solitario.
Sea como sea, Mallorca es un destino muy adecuado para aquellos a los que les guste ir de cala en cala para pasar unas vacaciones diversas. Desde Central de Reservas hemos seleccionado algunas calas que hemos incluido en esta lista, puesto que a nosotros por A o por B, nos parecen algunas de las mejores calas de Mallorca.
Caló des Moro
Cuando se llega a esta pequeña cala protegida por ambos lados, uno parece estar en un fortaleza en la que el agua transparente invita a meter los pies. Es una de las calas más bonitas de las islas Baleares.
Eso sí, su belleza no ha pasado desapercibida por lo que en verano suele estar abarrotada de bañistas que buscan seguridad. Además de las toallas en la arena, no faltan muchas veces los barquitos al fondo que le dan una imagen todavía más pintoresca. En los alrededores los pinos se encaraman también en busca de espacio para mirar al mar. Es igualmente un buen lugar para sacar las gafas de bucear y el tubo para respirar y hacer un poco de snorkel. Se localiza al sur de la isla, en la zona de Santanyí.
Muchos apuntan su nombre porque el boca a boca dice que es una de las mejores calas de Mallorca. Además, cuenta con amplio número de hoteles y apartamentos en los alrededores por lo que se convierte en un buen lugar de veraneo en esta isla balear (de hecho fue uno de los primeros lugares donde se levantaron urbanizaciones de verano allá en 1933).
Se sitúa en la zona de Porto Colom, y disfruta de un ambiente familiar, ya que sus aguas turquesas son tranquilas y presentan unas condiciones óptimas para bañarse sin peligro. Su arenal es de grano fino y de pequeñas dimensiones, por lo que en temporada alta hay que ser madrugador para coger sitio.
Este pequeño espacio forma parte del Parque Natural de Mondragó y es un Área Natural de Especial Interés para las Aves. El respeto al medio ambiente y sus buenas condiciones para el baño con su arena fina, su orilla con poca pendiente y sus aguas poco profundas hacen lo demás para lograr que esta cala se cuele entre las mejores de Mallorca.
Al igual que muchas calas de la isla está rodeada de prominentes acantilados poblados de pinos. Los más atrevidos los usan para lanzarse al agua desde allí, pero es recomendable no hacerlo ya que no cubre demasiado y esta práctica se convierte en peligrosa si no se conoce bien el lugar. Se puede llegar a ella directamente en coche y cuenta con una zona de pícnic donde sacar la comida de casa para pasar todo el día allí sin movernos.
Cala Mitjana
Esta cala comparte con las anteriores su imagen idílica gracias a las aguas color turquesa y a la arena fina y blanca. Un vistazo nada más llegar nos hará sentir que estamos en un lugar especial.
Rodeada de rocas y pinos por un lado y por un jardín de césped creado por el hombre por otro, nos acoge para ofrecernos un día de sol y playa en el que estar a gusto y olvidarnos de todo lo que nos preocupa. Se encuentra junto a la Cala Sa Nau y junto a ella forma un precioso conjunto de calas que visitar. Su acceso no es tan sencillo como en otras ya que hay que caminar un rato, por lo que el nivel de ocupación suele ser bastante menor que en las calas más populares.
Cala Sa Calobra
Para alcanzar esta cala hay que tener el estómago bien asentado y es que la carretera que lleva hasta su orilla parece una serpiente de asfalto plantada en mitad de la Sierra de la Tramontana. De hecho cuenta con una curva de 360 grados que se conoce con el nombre de nudo de corbata.
También se puede alcanzar en barco, ya que llegan varios barcos turísticos que parte desde el Port de Sóller. Una vez allí se descubren dos pequeñas calas enclavadas entre dos acantilados de gran altura que crean un ambiente especial. Allí desemboca el Torrente de Pareis, conformando un espacio de gran belleza que merece la pena visitar y en el que os animamos a recorrer el paseo entre los acantilados. Un consejo: llevad buen calzado.
Cala Varques
Igualmente de gran belleza, a 12 kilómetros de Porto Cristo, en la parte oriental de Mallorca, se localiza la Cala Varques, una cala virgen, de poco tamaño, pero suficiente para haberse ganado el cariño de vecinos y viajeros que pisan Mallorca cada año. Hasta hace un años, se producía una imagen curiosa cuando las vacas de un ganadero cercano visitaban la arena blanca.
A día de hoy la visión es más moderna y son las sombrillas y las toallas las que ocupan la costa y los bañistas los que se refrescan en sus aguas turquesas. Además en los alrededores no faltan un sinfín de cuevas y cavidades subacuáticas que atraen a numerosos espeleólogos hasta el lugar. No os olvidéis las gafas de bucear, porque es una oportunidad de descubrir qué esconde el Mediterráneo.
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