Ni es un zoológico ni es un parque temático. Lacuniacha, situado a las afueras del municipio de Piedrafita de Jaca (Huesca), es un parque faunístico que no requiere de más animación que la que le dan los animales salvajes que, recluidos en amplios recintos, aquí viven, en un espacio que se extiende a lo largo y ancho de treinta hectáreas.

Situado en pleno Valle de Tena, a unos mil quinientos metros de altura –esto hay que tenerlo en cuenta, a la hora de elegir el vestuario más adecuado para la visita (el tiempo es cambiante)-, el territorio está surcado de senderos que permiten caminar entre ciervos, gamos, renos, lobos, cabras montesas, bisontes europeos… observar cómo se alimentan; cómo les gusta descansar; cómo se relacionan; cómo cuidan a sus crías; cómo juegan…

Algo que sería importante tener en cuenta es que los senderos no están asfaltados y, en gran medida, siguen la topografía natural de la montaña. Esto significa que no son accesibles para los carritos de los niños –tampoco para las sillas de ruedas-. En total, hay unos cinco kilómetros de sendas y recorrerlas, completamente, llevará un par de horas.

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