La Alhambra es el símbolo de Granada, un monumento que hay que visitar por lo menos una vez en la vida para observar la grandeza de la época islámica en la Península Ibérica. Este enclave es uno de los más bonitos del país y dicen que tiene un embrujo especial que enamora a los visitantes. Sea cierto o no, no desmerece los elogios que recibe. Para que la podáis conocer mejor os hemos seleccionado algunos rincones de la Alhambra que no os podéis perder.
La Alhambra se divide en tres sectores diferenciados: la Alcazaba, los Palacios Nazaríes y el Generalife. El itinerario recomendado es de 3,5 kilómetros y tiene una duración de unas 3 horas. Hay varias formas de visitarla, y todas vendrán determinadas por la hora de visita que se tenga a los Palacios Nazaríes (está restringido el acceso). Nosotros os recomendamos comenzar en La Alcazaba, continuar por los Palacios y acabar en el Generalife. Fuera de la entrada para ver La Alhambra, pero junto a ella se localiza otro lugar indispensable en la visita: el Palacio de Carlos V.
La Alcazaba
Es la parte más antigua, la zona militar del recinto y tiene varios lugares que visitar como la Terraza de la Torre del Cybo, la Plaza de las Armas o el Jardín de los Adarves, entre otros. Destaca la Torre de Vela, una torre vigía desde donde se dispone de una panorámica de toda Granada, Sierra Nevada y la Vega.
Los Palacios Nazaríes
Es la zona más impresionante y por tanto la más demandada. Para poder verla, debido a su alta demanda, hay que hacerlo en el horario determinado. Dentro sólo pueden estar a la vez 300 personas y tienen que respetar el horario de entrada que se realiza cada 30 minutos. Una vez dentro se puede estar el tiempo que se necesite, aunque más o menos en una hora se puede ver. Los Palacios son tres y cada uno está construido en distinta época. Estos son: El Mexuar, El Palacio de Comares o de Yusuf I y el Palacio de los Leones o de Mohammed V.
En el Mexuar aguardan lugares tan impresionantes como el el propio Mexuar, el oratorio, el patio o el Cuarto Dorado. En este últimos os podréis detener para observar el repintado mudéjar de su artesonado, así como las celosías y las pinturas góticas en las que se adivina el escudo de los Reyes Católicos con sus emblemas. Este palacio es el lugar donde se trataban los temas relativos a la justicia y es también una de las zonas que más se ha modificado tras la llegada de los cristianos al trono.
El Palacio de Comares es considerado como una de las joyas de Alhambra y cuando pongáis el pie en él, pronto descubriréis el porqué. Dentro se ubica el Patio de los Arrayanes o de los Mirtos, una estampa que querréis fotografiar. Cada detalle os hará pararos a observar la buena mano de los arquitectos y artesanos de la época. No dejéis de entrar en la Torre de Comares para ver el Salón de Embajadores, donde no queda ni un milímetro por decorar y cuya cúpula estrellada representa el cielo.
El Palacio de los Leones o de Mohammed V está considerado como la cumbre del arte nazarí. Aquí está el famoso patio de los leones, cuyo nombre lo recibe por una fuente en el centro sostenida por doce estatuas de estos animales. Es una alegoría del paraíso encerrada en un patio con 124 columnas y arcos que representan un bosque de palmeras. También merece la pena pasear por las impresionantes salas de los Abencerrajes y de las Dos Hermanas.
Igualmente, en su interior se pueden visitar las Habitaciones del Emperador, construidas por Carlos V con su mirador, el Patio de la Reja y el Jardín de Lindaraja y El Partal, una zona con jardines, palacios y pórticos
El Generalife
En el Generalife se puede visitar tanto el palacio como los jardines. Se localiza fuera de las murallas de la Alhambra, en el llamado Cerro del Sol. Es una zona de recreo creada por los sultanes con huertos, jardines, un anfiteatro y muchos rincones por descubrir. Una de las cosas que hay que hacer en ellos es subir hasta la Escalera del Agua y meter la mano en su pasamanos para tocar el agua fría que desciende por el mismo. Igualmente, el agua toma protagonismo en sus patios y se integra en la arquitectura creando un aura única. No dejéis de visitar el Patio de la Acequia, el auténtico corazón de la Huerta del Generalife. También hay que visitar la Sala Regia o el Patio del Ciprés de la Sultana, entre otros lugares.
Palacio de Carlos V
Una joya del arte renacentista español y una visita obligada para todo aquel que viaje hasta Granada. Lo mandó construir Carlos I de España y V de Alemania tras su boda con Isabel de Portugal junto al Palacio de Alhambra, lugar del que el monarca se enamoró. Impresiona su patio interior circular de 30 metros de diámetro, que se localiza dentro de un edificio de planta cuadrada, toda una innovación en aquellos momentos. El patio tiene dos pisos, el de abajo rodeado de una columnata dórica de 32 columnas y el superior de una jónica, más ligera y sobria. También destaca su fachada principal con 63 metros de ancho por 17 metros de alto. No se necesita entrada para visitarlo. Dentro alberga el Museo de Bellas Artes de Granada (con entrada de pago) y el Museo de la Alhambra.
Para información más detallada o para adquirir los tickets de compra, no dejéis de visitar la página oficial del monumento.
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