En Austria la Navidad se espera con gran ilusión. Al igual que en Alemania, cuatro semanas antes de la Navidad (en el Adviento) comienzan los preparativos. Las calles se llenan de mercadillos, de luz, de color, de puestos de castañas asadas, de música y de nieve. El olor a ponche envuelve el aire. Viena, Salzburgo e Innsbruck son las ciudades donde los mercadillos tienen más fama, aunque toda la zona está llena de magia.En Innsbruck encontramos 5 mercados navideños. Sin duda, la localidad vive las fiestas con intensidad. La misma que desprenden las maravillosas luces del gigantesco árbol del Navidad. Ellas compiten con el Tejadillo de Oro: el emblema de la ciudad. Se trata de un balcón con una techumbre de 2.783 azulejos cobrizos dorados. Este privilegiado mirador fue construido para conmemorar la boda del emperador Maximiliano I con Blanca María Sforza.Aquí, en el mercadillo del Casco Antiguo llama la atención la artesanía típica tirolesa, sus adornos, velas... Y ¡cómo no! la repostería: deliciosas galletas de mantequilla, jengibre y pasteles navideños. No te vas a resistir a probar un "Hefe Kiachln" . Este bollo frito impregna todo el lugar con su aroma a bizcocho recién hecho. En Viena no podemos contar los mercadillos con los dedos de las manos. Y es que ¡suman un total de 12! En el Mercado "Christkindlmarkt" situado en la plaza del Ayuntamiento (Rathausplatz) siempre hay música: coros internacionales y bandas de trompetas suenan de fondo. Una excelente banda sonora que inspira a grandes y pequeños. Para ellos, este lugar es especialmente divertido, ya que hay una parte destinada solo para ellos. Allí se divierten jugando a los artesanos, fabricando velas de navidad o amasando masa de galletas.En Salzburgo el mercado lo encontramos en las Plazas de la Catedral y de la Residencia en el Casco Antiguo. Una ciudad donde la elegancia está presente en la decoración de los edificios históricos, así como en el modo tan cuidado de iluminar las calles. Su encanto tiene mucho arte. Arte que disfrutamos también en forma de conciertos, festivales, y cantos de Adviento. Sin duda, aquí la música tiene un gran protagonismo. Y es que esta ciudad fue la cuna del ilustre Mozart.
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