Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe, cena como un mendigo... pero vuelve a dormir como un rey o como una reina. ¿Cómo? Pernoctando en alguno de estos once castillos que te proponemos como lugares especiales en los que pasar una noche que nunca olvidarás. ¿Habrá alguno encantado?
El Castillo de Arteaga ocupa el mismo lugar desde el siglo XIII, no obstante no fue hasta el siglo XIX cuando tomó la imagen actual. Eugenia de Montijo, esposa de Eugenio Bonaparte, hijo de Napoleón III, decidió recuperar el castillo y levantó este palacio neomedieval con el torreón neogótico que hoy se conserva. Alojarse en él es disfrutar de un cuatro estrellas con personalidad, que combina los elementos de siempre con la modernidad de lugares como su restaurante de cocina gourmet. También dispone de una bodega con servicio de sommelier.
El Parador de Cardona impresiona. Es una fortaleza del siglo IX, situada en un entorno natural único. Dentro de sus muros te espera su historia que podrás leer en las piedras testigos del paso del tiempo. Pasea por su interior, conoce su capilla, siéntate en sus patios, prueba sus especialidades en su restaurante y déjate embaucar por su encanto. Y si necesitas más razones por las que ir, no olvides de que cuenta con un spa donde relajarse.
Elegante y lleno de detalles, este hotel es más que adecuado para aquellos viajeros que buscan belleza y comodidad. Un cuatro estrellas ubicado en la localidad de La Bisbal d´Emporda dentro de un castillo del siglo XIV. Una curiosidad es que Dalí quiso comprarlo para regalárselo a su mujer, pero finalmente no pudo ser. Así que a día de hoy, lo puedes disfrutar tú, paseando por sus jardines de más de 12 hectáreas o bañándote en su piscina al aire libre.
A escasos kilómetros de la monumental Tarazona, junto al Parque Natural del Moncayo, se localiza el Castillo de Grisel, un castillo gótico, perfecto para una escapada romántica. Cuenta con una suite con jacuzzi y habitaciones con historia. En el alojamiento suelen preparar actividades culturales relacionadas con la zona. Así que pregunta en recepción cuando llegues.
Las vistas desde el Hotel el Castillo son inmejorables. Si te asomas a alguna de sus ventanas verás el Cantábrico. Este castillo del siglo XIX se ubica en un acantilado que vigila Suances, rodeado de naturaleza. A pocos pasos está la Playa de los Locos. Además, ofrece una estancia íntima y tranquila, ya que solo cuenta con nueve habitaciones.
Seguimos en el norte para abrir las puertas del Castillo del Bosque la Zoreda, a cuatro kilómetros de Oviedo. Construido en la primera mitad del siglo XX por la familia Figaredo, este establecimiento está reconocido con cinco estrellas y no es para menos, ya que la elegancia se deja sentir desde un primer momento. Es uno de los hoteles de lujo mejor valorados de España. Para disfrutarlo puedes pasar la noche en alguna de sus veinticinco estancias (entre las que se incluyen suites). Igualmente, para cenar tienes la opción de elegir el menú de alguno de sus dos restaurantes.
Viajamos atrás en el tiempo para meter nuestra maleta dentro de una fortaleza militar del siglo XI, que posteriormente fue reconvertida en una casa palacio declarada Bien de Interés Cultural desde 1931. El Castillo del Buen Amor es un destino para los amantes de la historia, para aquellos que disfrutan con el patrimonio. Dispone de una gran suite imperial, llamada la Torre del Homenaje. Asimismo, en sus alrededores es posible pasear entre viñedos. Sus patios y habitaciones harán que no quieras salir de allí.
En la Rioja Alavesa, este establecimiento ofrece diez habitaciones en lo que antiguamente era un castillo. Paseando por sus estancias descubrirás chimeneas, estatuas, mobiliario de época y piedra a cara la vista. Además, podrás relajarte recibiendo algún masaje o sumergiéndote en las bañeras hidromasaje de las habitaciones. Algunas de las camas vienen con dosel, el toque ideal para sentirse de sangre azul.
Complejo Turístico Castillo de Castellar
Otro tipo de construcción es la que nos aguarda en Castellar de la Frontera, en Cádiz. Este complejo turístico de tres estrellas se localiza dentro de un castillo-fortaleza del siglo XIII. Para acceder a él habrá que subir una cuesta, pero lo que espera al final merece la pena. Es un destino tranquilo en el que tiempo parece detenerse. La mejor habitación es la suite, con cama con dosel y unas vistas difíciles de olvidar.
Hotel Castillo de Santa Catalina
En Málaga capital encontramos este hotel con encanto, que se construyó en el siglo XVII para proteger la ciudad. Toma el nombre de la colina donde se ubica. Está declarado Bien de Interés Cultural y además ofrece un alojamiento de lujo en sus ocho habitaciones. Las vistas merecen la pena, al igual que sus jardines y sus rincones, que esperan ser descubiertos.
Alejarse del mundanal ruido es posible en este tres estrellas andaluz. No olvides meter el bañador en la maleta para darte un baño de sol en su solárium, rematando la experiencia con un chapuzón en su piscina al aire libre. Después, para seguir cuidándote, pásate por su restaurante de cocina moderna. Por último, llévate un libro y entre capítulo y capítulo levanta la vista para observar el Valle de Guadalhorce y las Sierras de las Nieves.
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